tag:blogger.com,1999:blog-2684863556102508982024-03-20T06:40:53.676-07:00La Otra PsiquiatríaLa Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-13320554644733737072012-05-23T11:02:00.003-07:002012-05-23T11:02:50.802-07:00JORNADAS DE LA OTRA PSIQUIATRÍA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD02LDRKnQtzFBdVIUjkzfmNYsoSjS5tBrkBQNWIwDz6hLQhIcG_5Wz9kpECTxMeSJ_ILwNh50x7obOrgc3g-YDzFKNCfWMNUb4sI8JOKkaqL72WynG9wFQ9aEhN6bBJHVHhOmIE8y1PW4/s1600/laneurosisobsesiva1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhD02LDRKnQtzFBdVIUjkzfmNYsoSjS5tBrkBQNWIwDz6hLQhIcG_5Wz9kpECTxMeSJ_ILwNh50x7obOrgc3g-YDzFKNCfWMNUb4sI8JOKkaqL72WynG9wFQ9aEhN6bBJHVHhOmIE8y1PW4/s640/laneurosisobsesiva1.jpg" width="451" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiusZpiDlWS63vEX2JlBDtFIrrvGpxbtCI1BX8bu-Va4ZE_OUMPVfgsRGRoNihrPXne7CWZQbaot-ymE5g3EYuoATzqiDsojWya9z9lep0cKEvC0IBM_hh8yH1M2W1Pt7NHgTbwUw-x4og9/s1600/laneurosisobsesiva2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiusZpiDlWS63vEX2JlBDtFIrrvGpxbtCI1BX8bu-Va4ZE_OUMPVfgsRGRoNihrPXne7CWZQbaot-ymE5g3EYuoATzqiDsojWya9z9lep0cKEvC0IBM_hh8yH1M2W1Pt7NHgTbwUw-x4og9/s640/laneurosisobsesiva2.jpg" width="452" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7Fk5wI0kqC43N85cqOewmmiey-_JcH4jQEUePIabQC6VHqTnyRwkNU5b1GhxkZ7gBfEaACJ9zsBDOdIYX4xYZLvNrzerVmuHfdI8vE9mm4pVvLx_pIxOa0BFWyVp7o8k_m3sZarN3Hf90/s1600/laneurosisobsesiva3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7Fk5wI0kqC43N85cqOewmmiey-_JcH4jQEUePIabQC6VHqTnyRwkNU5b1GhxkZ7gBfEaACJ9zsBDOdIYX4xYZLvNrzerVmuHfdI8vE9mm4pVvLx_pIxOa0BFWyVp7o8k_m3sZarN3Hf90/s640/laneurosisobsesiva3.jpg" width="452" /></a></div>
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHwRBHl0IvIfopmGPTatqIBDA4lKiMzGXFnw8wrAGPlKn65dRbv8bKX0bq58uPhHivm9daRz0Pba1sslLWryPKyhRlmxNXFCbkRGm3xfc3SicWDzFvRhDPaLxwo3JNImx52QErQPKKBqNu/s1600/laneurosisobsesiva4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHwRBHl0IvIfopmGPTatqIBDA4lKiMzGXFnw8wrAGPlKn65dRbv8bKX0bq58uPhHivm9daRz0Pba1sslLWryPKyhRlmxNXFCbkRGm3xfc3SicWDzFvRhDPaLxwo3JNImx52QErQPKKBqNu/s640/laneurosisobsesiva4.jpg" width="452" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFOWdqJ9yRLV2hmI-IgFpWX_aJ7BEiybSdTRZmTsCsTDDxNt7wcJkvpOnrg-CEXHdGVI16QC8qc455bduZXVkTAcxD8Ml79oqvZq12iGIRq4aO3Ct9xEO_ciyw10pFCR61q8mxzxTuQrzD/s1600/laneurosisobsesiva5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFOWdqJ9yRLV2hmI-IgFpWX_aJ7BEiybSdTRZmTsCsTDDxNt7wcJkvpOnrg-CEXHdGVI16QC8qc455bduZXVkTAcxD8Ml79oqvZq12iGIRq4aO3Ct9xEO_ciyw10pFCR61q8mxzxTuQrzD/s640/laneurosisobsesiva5.jpg" width="452" /></a></div>
<br />La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-13979395627732102412012-04-18T07:34:00.000-07:002012-04-18T07:34:05.246-07:00PARA UNA CLINICA BASADA EN LA CLINICA<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Carlos Rey</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Psicólogo Clínico y
psicoanalista. Barcelona.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="mailto:carlosry@copc.cat">carlosry@copc.cat</a><b>
<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Artículo publicado en <st1:personname productid="la Revista" w:st="on">la Revista</st1:personname> del Colegio de
Psicólogos de Cataluña. Abril-2012.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Libres de grasa ideológica, las
ideas que aquí se proponen son como liebres: pura fibra para huir veloces de cautiverios y servidumbres.
Así son los ensayos con los que esta sección celebra llevar ocho años dando la
matraca al <i>pensamiento único</i> proponiendo <i>Otras lecturas</i>. Tres de
estos ensayos son potentes críticas al <b><i>D</i></b><i>evocionario
de <st1:personname productid="la Salud Mental" w:st="on">la <b>S</b>alud <b>M</b>ental</st1:personname></i>
que utiliza la clínica oficial, esa que en estos lares está regida por la
patronal de los grandes proveedores privados de <st1:personname productid="la Sanidad Pública." w:st="on">la Sanidad Pública.</st1:personname>
El cuarto ensayo se presenta como alternativa clínica y ejemplo de que otra
práctica (p)sí es posible. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Uno</b>. Veinte profesionales <i>psi</i>
del centro y cono sur de América han reunido sus críticas al DSM en un libro de
sugerente título: <b><i>El libro negro de la psicopatología contemporánea</i></b>.
Los psicoanalistas Silvia Frendrik y Alfredo Jerusalinsky son sus compiladores
y los que nos lo resumen: «La consigna que nos reunió es analizar las
consecuencias de una práctica que considera los signos “objetivos” como datos
inequívocos en contraste con el desciframiento y la escucha cuya clave y código
se encuentran en el paciente mismo y no en las siglas o las listas de
indicadores de un manual. Sólo queda esperar que la fuerza de inercia de la
destrucción del sujeto que se practica en la vida contemporánea se detenga al
menos en quienes aún se permiten formular dudas y sostener preguntas».</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Dos</b>. El ensayo de
Christopher Lane <b><i>La timidez. Cómo la psiquiatría y la industria
farmacéutica han convertido emociones cotidianas en enfermedad</i></b>, ha
llegado hasta nosotros precedido de muy buenas críticas y premios varios, como para provocar urticaria a cuantos han usado hasta el abuso
el seudo-diagnóstico <i>fobia social.</i> En el escrito de aceptación del
premio francés a la mejor escritura médica, nos dice: «Deseo que el <i>Premio
Prescrire</i> 2010 sirva para llamar la atención sobre las maneras arrogantes,
fortuitas y a veces ridículas con las que se aprobaron formalmente 112
trastornos mentales nuevos en 1980. Ese año apareció en los EE.UU. y en el
resto del mundo la tercera edición del DSM (…) Al mando del grupo de trabajo
del DSM-III, Robert Spitzer despachó los criterios para dos nuevos trastornos
en cuestión de un par de minutos. Sorprendidos, incluso sus colegas no podían
dar crédito a semejante velocidad. Uno de los participantes contaría después a
la revista <i>New Yorker</i> (enero de 2003): “Había muy poca investigación
sistemática en lo que hacíamos y mucha de la investigación existente era más
bien un batiburrillo -dispersa, inconsistente y ambigua. Pienso que la mayoría
de nosotros admitía que la cantidad de ciencia, buena y sólida, sobre la que
basábamos nuestras decisiones era bastante escasa”. (…) Lo que mi libro ha
conseguido, de un modo que los lectores de los DSM no pudieron hacer, fue
juntar las piezas de cuántos de los 112 trastornos llegaron a existir en primer
lugar. Como he dicho, tuve acceso y he podido citar libremente toda la
correspondencia, documentos y votos que circularon entre bastidores. En los
tiempos en los que no existía el correo electrónico y en los que la información
crítica no podía eliminarse con pulsar sólo una tecla, estos documentos
permitieron a <st1:personname productid="la Asociación Psiquiátrica" w:st="on">la
Asociación Psiquiátrica</st1:personname> Norteamericana patologizar
comportamientos para los que se han prescrito y se siguen prescribiendo
antidepresivos a millones de personas en todo el mundo». </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Tres</b>. Richard Bentall es
doctor en Psicología Experimental y licenciado en Filosofía aplicada al Sistema
Sanitario (para que luego digan que las humanidades no tienen aplicaciones
prácticas). También fue catedrático de Psicología
Clínica en las universidades de Liverpool y Manchester; actualmente lo es en <st1:personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</st1:personname> de Bangor
(Gales). Este autor ha sido premiado en dos ocasiones por <st1:personname productid="la Sociedad Británica" w:st="on">la Sociedad Británica</st1:personname>
de Psicología. En 1989, por su contribución a <st1:personname productid="la Psicología Clínica" w:st="on">la Psicología Clínica</st1:personname> y en el 2004, por su libro <i>Madness
Explained: Psychosis and Human Nature</i>. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
R. Bentall lleva 20 años
investigando sobre la pobreza
epistemológica con la que se quiere justificar y validar que la esquizofrenia
es una enfermedad mental con marcadores biológico-genéticos, y denunciando, en
consecuencia, la facilidad con la que el diagnóstico de esquizofrenia ha pasado
de ser una hipótesis provisional a considerarse un axioma, cuando no dogma de
fe. (Remito al lector interesado a releer las <i>Otras Lecturas</i> de
Febrero-2007, donde se habló del libro <i>Modelos de locura; </i>ensayo en el
que este autor critica la pretensión autoritaria de que comulguemos con ruedas de molino y fraudes varios). </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bentall es noticia hoy por la
traducción de su último ensayo <b><i>Medicalizar la mente</i></b>, donde nos
demuestra que ni con la aplicación tramposa de la estadística se consigue
reducir la baja fiabilidad de los diagnósticos que tanto <st1:personname productid="la Academia" w:st="on">la Academia</st1:personname> como los
mercados nos venden como científicos. Medicalizar la mente remite tanto a la
absurda aplicación del modelo médico al estudio de la mente y al tratamiento
del <i>pathos</i> psíquico, como a su consecuencia, es decir, a medicar sin
enfermedad. Este autor nos anima a que tengamos un criterio propio, nuestro
propio modelo, que es tanto como decir que nos atrevamos a pensar con voz
propia y construir teorías agrupadas en una <i>psique-logia</i> de nuestro
propio quehacer. Si Bentall se emplea a fondo para demostrarnos que los
diagnósticos del DSM no son significativos, es decir, ni científicos ni clínicos, es para que
dejemos de beberle los vientos al modelo médico en general y, en particular, a
la psiquiatría biológica. Máxime cuando
-como se nos dice en este ensayo- «en 2005 incluso el presidente de <st1:personname productid="la Asociación Americana" w:st="on">la Asociación Americana</st1:personname>
de Psiquiatría llegó a lamentar que “como colectivo profesional, hemos
permitido que el modelo bio-psico-social se haya convertido en el modelo
bio-bio-bio”». Tiene razón, y cada colectivo de profesionales tendrá que
hacerse co-responsable de la <i>retallada</i> de lo psico-social en el estudio
y tratamiento de lo psíquico. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los ensayos anteriormente citados
coinciden en que fue el liberalismo económico quien favoreció que los
neo-kraepelinianos, con el Dr. Robert Spitzer a la cabeza, publicaran en 1980
el DSM-III, y a Mrs. Thatcher y Mr. Reagan bendecir políticamente ese cambio de
rumbo. De esos barros, estos lodos. Y vaya por delante que si no se nos hubiera
impuesto como criterio único de diagnosis clínica, no estaríamos hablando de
este manual que, como dice Bentall,
tiene la apariencia de «menú de un restaurante chino» y «la mayoría de
los diagnósticos psiquiátricos son casi tan significativos a nivel científico
como los signos del zodíaco». </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por eso es que, como alternativa
al reduccionismo biológico que domina las clasificaciones internacionales,
propongo al lector interesado el potente ensayo de Fernando Colina,
psicopatólogo, alienista del Pisuerga, miembro de <st1:personname productid="la Otra Psiquiatría" w:st="on">la Otra Psiquiatría</st1:personname>
y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Río Hortega de
Valladolid. <b><i>Melancolía y paranoia</i></b> es el título de este ensayo
sobre psicopatología exclusivamente clínica (que ya es triste que se tenga que
aclarar que la psicopatología ha de ser clínica); y escrito con una prosa
cuidada hasta el mimo. Juzgue el lector lo que digo leyendo el siguiente
párrafo en voz alta. «Melancolía y deseo. El síntoma universal, el síntoma por
excelencia del gran círculo melancólico, es la tristeza, como la desconfianza
es en el eje de la paranoia. El origen de esa tristeza, irremediable y natural,
no es otro que la propia condición del deseo. La tristeza es el eco del deseo,
su llanto, su sollozo. Todo deseo concluye en placer pero también en
insatisfacción y pérdida. Sin el lastre de la tristeza el barco queda mal
estibado y se escora con facilidad. Observada desde ese ángulo, la tristeza
puede entenderse como la respiración del deseo, la expiración e inspiración con
las que se alternan el placer y el dolor. El melancólico, siguiendo este
razonamiento, tanto puede representar al hombre fracasado en el deseo como a su
héroe y vencedor más audaz».</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ayudado del estudio de los
clínicos que nos han precedido y la fenomenología de su propio quehacer
clínico, Colina nos propone pensar la
locura como un trastorno único y múltiple -las psicosis: melancolía, paranoia y
esquizofrenia- según pongamos el acento en las semejanzas o en las diferencias.
Dos, a despegarnos del modelo de las estructuras cerradas y discontinuas a fin
de que nos permita pensar las psicosis, también, como eslabones de continuidad.
Y tres, a plantearnos la existencia de un denominador común en todas las formas
de locura y la supuesta normalidad. Que es tanto como decir que: «Entre
psicosis y neurosis no habría ruptura
estructural. (…) Sea como fuere, estas dos opciones diferenciadoras, no
estrictamente nosológicas, que estudian las psicosis tanto desde la continuidad
como la discontinuidad, desde lo común y lo diferente, vienen a oponerse a la
inclinación de entender las distintas psicosis como enfermedades naturales,
autónomas y específicas, y, del mismo modo, se enfrentan al intento de
homogeneizar todas las expresiones clínicas bajo una dimensión reductora»..., y
así aplicar la misma prescripción farmacológica. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A pesar de que «la melancolía
posee más de veinticuatro siglos de historia, (…) que es la enfermedad del alma
por excelencia» y que «la melancolía y la locura fueron sinónimos durante
siglos», hoy, dos siglos después de que Esquirol renegara de la melancolía por
considerarla cosa de poetas, y «tras quedar durante un tiempo identificada
provisionalmente con la psicosis maníaco-depresiva, se intenta dar a ambas por
desaparecidas tras el auge creciente y absurdo de la noción de bipolaridad».
Los ensayos que aquí se citan coinciden al denunciar que estos reduccionismos
de nuevo cuño, al final, nos están dando más problemas que soluciones, pues
incurren en una inflación psicopatológica que se quiere justificar con el
concepto de co-morbilidad, «concepto que ilustra perfectamente la pereza del
pensamiento psiquiátrico». Como por ejemplo: «el torpe acto de enjuiciar la
depresión post-psicótica como el resultado de la mala suerte de quien después
de una esquizofrenia contrae otra enfermedad», cuando «tal tristeza no es sino
la consecuencia del duelo del delirio y el retorno del psicótico a una
inhóspita realidad». Cuestión que ya en 1575 se lo advirtió a la ciencia, el
que ha sido elevado a la categoría de patrón de la psicología: Juan Huarte de
San Juan. «Que en alguna manera me pesa de haber sanado, porque estando en mi
locura vivía en las más altas consideraciones del mundo, y me fingía tan gran
señor que no había rey en la tierra que no fuera mi feudatario. Y, que fuese
burla y mentira, ¿qué importaba, pues gustaba tanto de ello como si fuera
verdad? ¡Harto peor es ahora, que me hallo de veras que soy un pobre paje y que
mañana tengo que comenzar a servir a quien, estando en mi enfermedad, no le
recibiera por mi lacayo!».</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La <i>invidencia científica (</i>esa
de «la causalidad biológica y los modelos conductuales que excluyen la
dimensión del deseo y el sentido interpretativo de los actos», y que el
discurso universitario le ha procurado púlpito y cátedra) ha fracasado en su
intento por desterrar la melancolía del discurso clínico, pues la cantidad de
trastornos que se ha inventado -que no descubierto- no alcanzan para sustituir
su potencial clínico. Ni como psicosis maniaco-depresiva, depresión psicótica,
trastorno bipolar psicótico, depresión mayor, trastorno bipolar, depresión
bipolar, depresión unipolar, depresión maníaca, trastorno esquizoafectivo,
depresión mayor, depresión endógena, depresión reactiva, depresión menor, ni,
mucho menos como depresión a secas, se ha conseguido dar gato por liebre. Lo
que sí se ha conseguido es crear un movimiento contestatario al pensamiento
único, proponiendo el retorno a la clínica y al sentido común, pues no puede
ser que se nos venda en congresos y mesas redondas, que las nuevas perspectivas
de la depresión consisten en considerarla como una pandemia del siglo XXI. Para
pandemia la medicalización de la vida cotidiana, el maniaco «ánimo prescriptor
que lo tiñe todo con su prosaico discurso». Colina señala a López Ibor como
«precursor ideológico de esta <i>epidemia», </i>al pretender hacer equivalentes
la melancolía y la depresión. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En el mejor de los casos, la
melancolía -y la tristeza que la distingue- permite el duelo: la elaboración de
la pérdida para que el deseo se renueve y la pulsión siga empujando, más allá
de que el objeto -o su perdida- pretendan ralentizar o detener su avance. En el
peor de los casos, culpable y fiel a su dolor, el melancólico prefiere el
objeto perdido a su propia vida. Siguiendo a Freud, el gran valedor de la
melancolía en el siglo XX, Colina lo dice así: «detrás y delante de cada deseo
hay un duelo. Una pérdida...(...) es melancólico quien no se recupera, es
decir, aquel que no es capaz de trasformar la <i>pérdida</i> agobiadora en
estimulante <i>falta</i>».</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Respecto de la depresión, Colina
es contundente: «En sí misma, la depresión no es una enfermedad», por más que
insistan «la multitud de guías y protocolos existentes, que confunden más que
aclaran y que a menudo tienen más de panfletos ideológicos que de instrumentos
útiles. La depresión debe entenderse como un síntoma plural que puede surgir en
la totalidad de los procesos psicopatológicos. (…) La depresión es un avatar
del deseo y poca cosa más». Otra cosa es que se la quiera utilizar como
eufemismo de la melancolía, como sambenito para medicalizar la tristeza
ordinaria, o al que desoye el imperativo social y se atreve a levantar el pie
del acelerador y el consumismo. Curiosamente, el capitalismo conoce y explota
la lógica del deseo, pues, aunque vende felicidad sabe que lo contrario de la
tristeza no es la alegría sino la actividad. <i>Consumismo</i> en el discurso
capitalista, <i>consumo no racional </i>en el decir de los que tienen las
tijeras por el mango, e <i>hiperactividad</i> en el de la <i>invidencia
científica</i>. Para Colina el «TDAH debe verse como la reacción infantil a un
conflicto que retiene el deseo, y algo similar cabe decir de muchos
comportamientos de los llamados trastornos límites de la personalidad en la
adolescencia y la edad adulta. (…) En resumidas cuentas, siempre que el deseo
está comprometido, la acción se inhibe o intensifica». </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La clínica de los mil matices,
como la llama Colina, es aquélla que se abre de orejas a la dinámica o nivel de
intensidad del síntoma; cuestión que la aleja del reduccionismo y diagnosticar a plantilla. La clínica del caso
por caso evidencia que no es lo mismo la suspicacia, la desconfianza, la sospecha,
la convicción, la creencia, la certeza... que el delirio paranoico propiamente
dicho. Esta clínica, que como diría Bentall, considera que las personas se
parecen más a las películas que a las fotografías, está mucho más cerca de la
condición humana, y su psicopatología es mucho más dinámica que la de la clínica anglosajona, cuya <i>pathology </i>equivale a lo que en los
idiomas de Europa continental significa <i>anatomía patológica</i>. Así se
entiende que la <i>evidence-based medicine, </i>que nuestras facultades de
psicología o ingenierías del yo llevan bajo palio..., desprecie el saber que
proviene de la clínica, del paciente. <st1:personname productid="La E.B" w:st="on">La
E.B</st1:personname>.M. se maneja mejor en la ausencia del sujeto, pues le
molesta que se mueva o le hable mientras le practica la autopsia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y, sin embargo, tal y como nos
dijo Georges Canguilhem en <i>Lo normal y lo patológico</i>: «En materia
de (psico)patología, la primera palabra, históricamente hablando, y la última
palabra, lógicamente hablando, le corresponde a la clínica. Ahora bien, la
clínica no es una ciencia y nunca será una ciencia, incluso cuando utilice
medios cuya eficacia esté cada vez más científicamente garantizada. No existe
una patología objetiva. Se pueden describir objetivamente estructuras o
comportamientos, pero no puede decirse de ellos que son <i>patológicos</i>
refiriéndose a un criterio puramente objetivo. Objetivamente sólo se pueden
definir variedades o diferencias, sin valor vital positivo o negativo». Por eso es que se puede decir bien alto que
no existe la <i>normalidad</i> sino lo <i>normativo</i>, es decir, ideología dominante... que recurre a <st1:personname productid="la Ciencia" w:st="on">la Ciencia</st1:personname> para legitimarse,
con la misma desfachatez que <st1:personname productid="la Ciencia" w:st="on">la
Ciencia</st1:personname> recurre al autoritarismo para la cuadratura de sus hipótesis y para
exigir ser tratada como el único saber posible... y/o permitido. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero como nos dijo Antonio
Escohotado en el programa de televisión <i>Pienso luego existo</i>: «La ciencia
es un mito, en la medida en que nunca puede terminarse. Nunca estará acabada
nuestra versión del mundo. Pero esa condición de mítica, en modo alguno reduce
su capacidad o su contenido de veracidad, porque su veracidad es la precisión,
es decir, hasta qué punto refleja el estado del mundo. Y como naturalmente el
mundo ofrece miles de perspectivas, pues miles de perspectivas debe adoptar la
ciencia. Lo trágico del pensamiento científico es que, en parte por la
profesionalización de los últimos siglo y medio o dos siglos, y en parte por la
tendencia natural de los seres humanos a la arrogancia... y al monopolio, pues,
lejos de ser una aventura interminable, se constituye como algo que está
prácticamente terminado». </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La cuestión es que el <i>Saber no
ocupa lugar</i> por lo mismo que la pulsión no tiene objeto; y es que la
pulsión es tan inabarcable por el objeto como por el Saber. Siendo <st1:personname productid="la Ciencia" w:st="on">la Ciencia</st1:personname> una rama más del
árbol de la sabiduría, no será despectivo -sino descriptivo- decir que <st1:personname productid="la Ciencia" w:st="on">la Ciencia</st1:personname> es tan parcial
como lo es el objeto para la pulsión. Colina lo dice así: «Si por algo podemos
identificar al sujeto y a la locura es por su capacidad para escapar de la
reducción científica».</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La que siempre ha estado a la
altura de nuestras preguntas es la literatura, quizás porque como dicen <span style="color: #262626; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-family: Georgia; mso-fareast-font-family: Georgia;">Faulkner y </span>Javier Marías, la literatura es como
una cerilla que encendida en medio de la noche, sirve para ver un poco mejor
cuánta oscuridad hay a nuestro alrededor. Hoy viene como anillo al dedo el
pequeño tratado que escribió sobre la melancolía que sufrió el escritor
norteamericano William Styron, y que tituló, curiosamente, <b><i>Esa visible
oscuridad</i></b>. Allí nos dice que a sus 60 años sintió el viento del ala de
la locura por el duelo incompleto que arrastraba por una aflicción precoz: la
muerte de su madre cuando tenía 13 años. Este es el Saber del paciente: «<span lang="ES-TRAD">Hay un elemento psicológico que
ha quedado establecido allende toda duda razonable, y es el concepto de
pérdida»... y no precisamente de serotonina. «Buena parte de la literatura
psiquiátrica disponible acerca de la depresión es de un jovial optimismo, y no
escatima las garantías de que casi todos los estados depresivos se
estabilizarán o contrarrestarán sólo con que se acierte a encontrar el
antidepresivo oportuno. (...) Cuando por primera vez tuve conciencia de que era
presa del mal, sentí la necesidad entre otras cosas de formular una enérgica
protesta contra la palabra <i>depresión</i>.
La depresión, como bien pocos ignoran, solía conocerse por el término <i>melancholía</i>, una palabra que aparece en
inglés ya en el año 1303. (...) <i>Melancolía</i>
es una palabra muchísimo más apta y sugerente para las formas más funestas del
trastorno; pero fue suplantada por un sustantivo de tonalidad blanda y carente
de toda prestancia y gravedad, empleado indistintamente para describir un bajón
en la economía o una hondonada en el terreno, un auténtico comodín léxico para
designar una enfermedad tan seria e importante. Acaso el científico a quien
generalmente se tiene por culpable de su uso corriente en los tiempos modernos,
un miembro de <st1:personname productid="la Johns Hopkins" w:st="on">la Johns
Hopkins</st1:personname> Medical School justamente venerado –el psiquiatra
Adolf Meyer, nacido en Suiza</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Symbol; mso-ansi-language: ES-TRAD;">-</span><span lang="ES-TRAD"> no tuviera muy buen oído para los ritmos más delicados del inglés y,
por tanto, no se percatara del daño semántico que infligía al proponer <i>depression</i> como nombre descriptivo de
tan temible y violenta enfermedad. Como quiera que sea, por espacio de más de
setenta y cinco años la palabra se ha deslizado anodinamente por el lenguaje
como una babosa, dejando escasa huella de su intrínseca malevolencia e
impidiendo, por su misma insipidez, un conocimiento general de la horrible
intensidad del mal cuando escapa de todo control». Styron lo tiene muy claro y
así nos lo transmite: «Nuestra quizá comprensible necesidad moderna de embotar
los dentados filos de tantas afecciones de las que somos herederos nos ha
llevado a desterrar los ásperos vocablos antiguos: casa de orates, manicomio,
insania, melancolía, lunático, locura. Pero no se dude jamás que la depresión,
en su forma extrema, es locura».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pareciera ser que si los
diagnósticos no pueden ser científicos tienen que ser políticos: tanto monta,
monta tanto, que sea porque lo dice la mayoría o por el ordeno y mando de los
que primero inventan el remedio y luego la enfermedad. Si no pueden ser
científicos, no hace falta que sean políticos; los diagnósticos pueden seguir
siendo clínicos. Para que no acabe en manos de la <i>policía científica</i>,
mejor que la psicopatología vuelva a ser exclusivamente clínica. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-55461111139253741602012-02-22T10:46:00.000-08:002012-02-22T10:46:44.205-08:00Mulatis Mutandis<div align="center" style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Aprovechando un receso en mis lios de estas horas, os mando, chavalines, la segunda parte del texto que envié para subir al blog de la otra psiquiatria. Espero vuestra opinión sincera, no política, y que si considerais que es una escoria o que me meto en un problemilla para variar con todo Dios, o no lo considerais adecuado, pues que hagais lo que estimeis oportuno. Abrazos.</span></div><div align="center" style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><u><b style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</b></u></div><div align="center" style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><u><b style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</b></u></div><div align="center" style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><u><b style="background-color: #cfe2f3;">MULATIS MUTANDIS</b></u></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Como soy persona que respeta sus compromisos, incluso aquellos que establezco conmigo mismo, aquí van los serios inconvenientes que tiene, a mi modo de ver, para todos los actores implicados, el explicar una realidad tan compleja como la locura, desde un nivel de análisis tan básico y desresponsabilizador como el bioquímico y/o médico.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Hablaba hace poco con uno de los mejores psicólogos que conozco, D. Fernando Fuentes, sobre la importancia de la honestidad en la relación con los otros significativos, y que habría que alejar el modo de hacer político y a los políticos de esto que hemos llamado salud mental, y/o enfermedad mental. Estábamos de acuerdo en que seguramente es en y por la política en la vida familiar, que se desencadena la locura. A un hijo o hija, se le falta el respeto desde que se le trata políticamente.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Acabo de caer en la cuenta de que no les he explicado eso que D. Fernando y yo llamamos política o actuar políticamente, así que tampoco, probablemente, puedan entender a que le llamo faltar el respeto. Actuar de forma política, lo entendemos como decir las cosas de forma que las intenciones no queden expuestas. Es un modo de hablar siempre con una intencionalidad oculta, y claramente estratégico. Es una falta de respeto desde el momento en que se trata al otro como un medio para un fin, sea este fin mas o menos concreto, desde puntuar lo mas alto posible en una carrera imaginaria hacia el premio al mejor padre o la mejor madre del mundo, hasta el beneficio económico. En el trato político no se piden las cosas de forma directa y clara, de tal forma que el que hace la política además se queda con la impresión de que controla el mundo y de que es capaz de modificarlo a su antojo, sin contar con que posiblemente hubiera conseguido lo mismo en el mismo o menor tiempo, simplemente pidiéndolo. Haley en “Las tácticas de poder de Jesucristo” afirmaba que un buen esquizofrénico conseguía que sus padres dejaran de discutir en un instante, manifestando síntomas, puesto que entonces los dos se ponían a cuidarlo (1). De forma intencional o no, este es un modo estratégico de actuar sobre el mundo, que seguramente es aprendido en el ámbito doméstico, en la cotidianidad.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">A mi modo de ver, sobra la política en la psiquiatría y en la psicología. Se trata con los intereses familiares, en vez de tratar con los del paciente, sin caer en la cuenta de que en teoría deben de ser los mismos. El miedo a caer mal, a que se hable mal de la intervención, el corporativismo, el temor a convertirse en un paria dentro de un gremio con mas o menos prestigio, hace que las intervenciones se encaminen en muchos casos a preservar el propio estatus y a perpetuar situaciones y estatus ajenos, contrarios al interés del paciente.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">La política es importante, fundamental en muchísimos ámbitos de la vida, pero desde luego, cuando se trata de las distancias cortas, del tu a tu con las personas cercanas, hay que dejarla, siempre bajo mi punto de vista, al margen, puesto que se falta el respeto al otro, al tratarle como un objeto a manipular para conseguir un fin. Y el otro, de una forma o de otra lo nota, y precisamente el problema es en que forma lo nota, y como lo manifiesta.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">No puedo dejar de ver continuamente una maniobra política en el discurso biologicista, puesto que ya saben todos ustedes que ese discurso nada tiene que ver con los hechos o con la ciencia. Por tanto, al daño causado al paciente o usuario por la política familiar, se suma el daño de la política profesional. El fin del discurso biologicista, que ya hemos dicho que no se basa en la ciencia, es vender su producto lo mejor posible. Y este fin se coordina de forma ideal con el de los profesionales que no quieren lidiar con un nivel de complejidad para el que no han sido preparados y que les llevaría a tener que bajar del pedestal de sabiduría, poder y conocimiento en el que les sitúa el dominio de la ciencia médica y/o psicológica. En definitiva, los profesionales que han sido formados exclusivamente en el discurso biológico/bioquímico/neurológico, no tienen que enfrentarse al brutal reciclaje que les aguardaría de tomar otra senda ideológica.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">¿Es o no una maniobra política el discurso de que nadie es responsable de nada y todo ha sido resultado del padecimiento de una desgraciada afección física que además puede “tocarle” a cualquiera?. ¿Es o no es una maniobra política absolutamente magistral el conseguir desconectar los problemas de salud mental (que vaya usted a saber que es eso) de los problemas económicos, de los abusos, de las miserias y en suma de la vulnerabilidad social? (como explicaré mas adelante hay una variable mediadora en todas estas circunstancia que acabo de enumerar: uno mismo y sus decisiones).</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Con anterioridad ya hablé de los beneficios para todos los actores implicados que tiene este modo de entender las cosas, de explicar y de conducirse. Me tocaba aquí hablar de los perjuicios y a ello voy.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">El perjuicio para el profesional de la salud mental (q.v.u.a.s.q.e.e.) es la sensación continua y continuada de inutilidad. Una tensión que lo impregna todo, un malestar justo detrás de la nariz, en el fondo de la cara. Esa tensión, que en psicología llamamos disonancia, le llevará en el peor de los casos, a conducirse de forma dogmática, en ocasiones violenta. Atacará a los elementos perturbadores en su base, en su nombre, y en su naturaleza. Nunca a sus argumentos, puesto que sabe que no son mas que subterfugios. Apelará al bien del paciente o el usuario. Por supuesto al bien común, a la ciencia, prescindiendo de ella, y al orden. Esgrimirá su autoridad, su nivel de estudios, y su experiencia. Todo para tratar de sostener un edificio que a la mínima, se cae. Así pues utilizará un lenguaje opaco, incomprensible y utilizará los casos que supuestamente ha sanado como muestra de su razón y sus razones. El perjuicio es que vivirá con esa sensación perpetua, en posición defensiva para siempre. No se entenderá nunca mínimamente a si mismo, y por supuesto aún menos a los demás, puesto que esto no es posible a través de la química (un nivel de análisis totalmente distinto). Y eso es mucho perjuicio. Con suerte caerá en la cuenta de lo absurdo de pedirle responsabilidad a alguien (ya que se apelará a ella para según que cosas, como por ejemplo la adhesión al tratamiento) a quien previamente se ha desresponsabilizado de toda su vida pasada y futura. En esto, los hechos parecen darme la razón. No hay mas que estudiar las estadísticas de adicciones, trastornos psicológicos, y suicidios en las profesiones “psi”(2).</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Los perjuicios para la familia del paciente o usuario tampoco son baladíes. Van a tener que ser responsables de lo que hace otra persona que en cualquier momento puede hacer cualquier cosa sin querer. Y esa persona además se hará responsable de unas cosas si y otras no, puesto que puede estar loco, pero en absoluto es tonto (a no ser que exista comorbilidad). Se hará responsable, por supuesto, de las cosas que le interesen (esto es absolutamente legítimo). Ya se ha ocupado el profesional de turno de dejarle claro que lo puede hacer. Por activa o por pasiva. Así que el sufrimiento familiar se incrementa a niveles insoportables, no solo por el estado del padeciente, sino por eso que tanto nos afecta a los humanos: el caos, lo impredecible. Una terrible sensación de que la vida propia ya no está en manos de uno, sino de alguien externo, que por mucho que se le quiera, no por eso, resulta menos insoportable. Se ha cambiado posible responsabilidad en el problema, por sufrimiento puro, duro, y eterno, con el agravante de que esa sensación de ser responsable en alguna medida del problema del padeciente no va a desaparecer por mucho que los profesionales lo intenten con su discurso (3).</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">He de reconocer, que los perjuicios menos graves son precisamente para aquellos que mas se lucran del discurso biologicista: las farmacéuticas. Claro, son entes abstractos, corporaciones donde la responsabilidad y también el sufrimiento, se diluye. El aumento de su falta de credibilidad se ve ampliamente compensada por su capacidad para la política. <i>Peccata minuta</i>. Además ya es sabido que el humano cuando siente desesperación se salta a la torera y con una facilidad pasmosa cualquier atisbo de razón. En eso radica su miseria y su grandeza.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Y por último, los perjuicios para el paciente o usuario son devastadores. Arrebatar la esperanza a una persona es muy complicado, ya que en el fondo sabe que es lo único que realmente tiene. Los argumentos biologicistas y su proceder tienen como resultado una lucha, en el mejor de los casos, por no perderla. Se trata de inculcarle a la persona que padece un defecto en la química cerebral que le lleva a hacer, sentir, ver, y oír cosas que le perturbarán durante el resto de su vida, y que le impedirán llevar una vida autónoma. Tendrá que renunciar a sus objetivos, puesto que el tratar de conseguirlos pueden llevar a mas tensión y por tanto a un nuevo desequilibrio. Tendrá que resignarse a los efectos secundarios del remedio administrado, que no podrá dejar de consumir, bajo la amenaza de un empeoramiento en su estado.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Es paradójico el que a una persona que no tiene o ha tenido ninguna responsabilidad sobre sus actos, de forma intermitente, se le exija responsabilidad. Por ejemplo a la hora de adherirse a los tratamientos. ¿Como se negocia con alguien no responsable que además recibe un subsidio por ello?. En ocasiones se realizan incluso pequeños chantajes del tipo “tienes que venir por aquí cada cierto tiempo y tomarte la medicación si quieres seguir en el piso tutelado....” o disfrutando de tal o cual prebenda. ¿Como se chantajea de esta forma a alguien que no tiene responsabilidad sobre lo que hace?. Esta es una realidad en nuestro país, cada día.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">La ventaja del perdón porque se asume que nada de lo ocurrido es responsabilidad del protagonista de los hechos, será ámpliamente superada por los perjuicios, puesto que los otros ya no darán crédito a casi nada de lo que diga o haga la persona diagnosticada, y se dará por sentado el hecho de que tiene que adaptarse y asumir lo que ciertas personas juzguen como adecuado para su vida, durante el resto de ella. Como ven, se le va a pedir responsabilidad sobre algo, que se adapte y asuma, así que de una forma o de otra, nunca se puede prescindir del usuario o paciente, aunque en ocasiones se pretenda. Perdón, si es posible: cuando el ingreso es involuntario. He de decir llegado este punto, que el ingreso involuntario puede hacerse de forma honesta, o con absoluta deshonestidad. La forma honesta, a mi modo de ver consiste en, una vez mas, no hacer política, es decir, se informa a la persona que ingresa a la fuerza que se le ha forzado a ello para que deje de hacer esto o aquello que a los demás les supone un perjuicio o una amenaza. Obviamente la deshonesta consiste en decirle que es únicamente por su bien, porque está enfermo, y pretendemos curar.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Si podemos estar de acuerdo en que a las personas les afecta el hecho de tomar una medicación o un tratamiento, ya que se promueven significados que incluyen aquellos que tienen que ver con la autoimagen, imagínense el peso de un diagnóstico y un pronóstico como el que difunde el discurso biologicista, o un ingreso involuntario. ¿Será necesario otro ingreso involuntario para superar las secuelas del anterior ingreso involuntario?. Me acuerdo aquí de Hemingway cuando después de ser tratado con electrochoque afirmó que “era un buen remedio pero matamos al enfermo”.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Siempre me ha parecido que el paciente o usuario tiene el derecho o incluso, si me apuran, el deber de saltarse todas las expectativas de los profesionales, cuando discontinúan sus tratamientos, y tratan de seguir viviendo como la hacían hasta el momento del ingreso o del diagnóstico. La alternativa propuesta para sus vidas no resulta nada atractiva, y los efectos secundarios de todos los procedimientos aún menos. ¿Se puede afirmar con seguridad que el abandono del tratamiento supone un mayor deterioro físico cuando se vuelve a él?¿si la respuesta es afirmativa, pertenece a ese mismo tipo de afirmación que aseguraba que los psicofarmacos son neuroprotectores?. Cuando el paciente o usuario deja el tratamiento lo hace porque tiene mucho que ganar y muy poco que perder, por mucho que se le amenace. Además, haga lo que se haga, por mucha psicoeducación que se reciba, las personas siguen haciendo lo que quieren, y si sabemos que esto es así, me pregunto el motivo de que sabiendo que un altísimo porcentaje de pacientes van a abandonar la medicación, no se les explica la forma correcta de hacerlo llegado el caso (hay incluso una guía descargable en internet del proyecto Icarus (4)). Me recuerda cuando se pensaba que hablar con los hijos de los diferentes métodos anticonceptivos suponía hacer una apología del sexo. Como si de algunas cosas hubiera que hacer apología para que se produzcan. El delirio de control del humano es mayor aún que su estupidez (me incluyo puesto que creo ser miembro de la especie).</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Y ya para terminar, la vuelta de tuerca final consistirá en construir un discurso personal donde la sociedad, los médicos, las empresas, la política, los padres y todo aquel que no sea él mismo, es responsable de lo que le ocurre. Esta victimización se producirá al calor de la huida, precisamente, del discurso biologicista, y siendo malo, desde luego, no es peor que la alternativa de quedarse anclado en él. Al menos, conducirá a la lucha, a la actividad, algo que será poco productivo a nivel personal, de no ir acompañado de una mayor conciencia de la propia responsabilidad en lo que sucede.</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><div><span style="background-color: #cfe2f3;"><span style="font-family: Arial;">No he hablado aquí de los efectos indeseables de las pastillas psiquiatricas sobre la salud de los pacientes o usuarios, puesto que estoy convencido de que hay personas mucho mas preparadas que yo para hablar respecto a esto. </span>Soy consciente de que todo lo que he dicho es en cierta forma arriesgado, por supuesto discutible y admite muchos matices en el mejor de los casos. Me parece que no hay que ser profesional de este campo para rebatirlo ya que creo que son argumentos absolutamente llanos, simples y por tanto de fácil critica. A mi modo de ver, precisamente es lo que falla de forma escandalosa en el discurso biologicista (y por supuesto en otros), que saltándose un principio científico básico, como el de parsimonia (5), empieza por explicar un fenómeno de la forma mas compleja posible sin haber rebatido o falsado previamente explicaciones mucho mas sencillas, y por supuesto, de espaldas absolutamente, a los hechos.</span></div></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><div align="center" style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><u><b style="background-color: #cfe2f3;">NOTAS</b></u></div><div style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div><ol id="yui_3_2_0_1_1329936117334172" style="font-family: Arial; margin-bottom: 1em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 1em; padding-left: 40px;"><li><div style="margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">“Las tácticas de poder de Jesucristo y otros ensayos” Jay Haley (1991). Paidós Terapia Familiar.</span></div></li>
<li><div style="margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Un buen libro sobre el tema: “La vida personal del psicoterapeuta. El impacto de la práctica clínica en las emociones y vivencias del terapeuta”. Guy, James D. (1995). Paidós.</span></div></li>
<li><div style="margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Doy por sentado que los que me leen, saben diferenciar perfectamente la diferencia entre culpa y responsabilidad.</span></div></li>
<li id="yui_3_2_0_1_1329936117334169"><div align="left" id="yui_3_2_0_1_1329936117334166" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Se puede saber mas sobre el proyecto Ícarus aquí: http://theicarusproject.net/GuiaReducciondelDanoDiscontinuaciondeDrogasPsiquiatricas</span></div></li>
<li><div style="margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">El principio de parsimonia, tal vez más conocido como la "navaja de Ockham", es una aseveración que traducida en términos sencillos dice que de varias explicaciones posibles a un fenómeno o problema dado, la más sencilla es la que con toda probabilidad sería la correcta.</span></div></li>
</ol><center style="font-family: Arial;"><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" style="padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; width: 780px;"><colgroup><col width="780"></col></colgroup><tbody style="width: 780px;">
<tr><td style="-webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px;" width="780"><table border="0" cellpadding="3" cellspacing="0" style="padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"><colgroup><col width="256"></col></colgroup><tbody style="width: 780px;">
<tr><td style="-webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px;" valign="top" width="100%"><div align="left"><span style="background-color: #cfe2f3;"><br />
</span></div></td></tr>
</tbody></table><div><span style="background-color: #cfe2f3;"> </span></div></td></tr>
</tbody></table></center><div align="left" style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Jesús Castro Rodríguez</span></div><div align="left" style="font-family: Arial; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: #cfe2f3;">Psicólogo Especialista en Psicología Clínica</span></div><br class="Apple-interchange-newline" />La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-56826754348232399712012-02-04T04:28:00.000-08:002012-02-04T04:28:51.909-08:00La Otra Psiquiatría (4)<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A pesar de mi locura y de los múltiples diagnósticos con los que he sido etiquetado e identificado dentro del mundillo de la salud mental, mi condición como productor de Radio Nikosia me ha brindado la oportunidad de participar en multitud de ponencias, congresos, seminarios y radios abiertas (que serían algo parecido a la simulación de un programa de radio en directo y con público). De todas estas experiencias guardo cientos de recuerdos, la mayoría buenos o buenísimos –en equivalente proporción a los vínculos que se generaran con los miembros del público. Pero si hay algo que se repite, como mosca cojonera o victoria culé sobre el Real Madrid, es el momento en el que ante la crítica y reivindicación en defensa de los derechos de mi alocado colectivo, alguien me pregunta cómo debería ser la psiquiatría para que nada de esto ocurriera. Pregunta fácil y defensiva, que vendría a ser algo como ese manido: “muy bien, la cosa está fatal. ¿Pero tu qué propones?” Desgraciadamente la crítica hoy en día –al menos en el mundo de la salud mental y en el de la economía- parece que predisponga a casi todos los presentes a tildar a uno de anti-sistema. Suerte que llegó el 15-M y algún sagaz propagandista (y “perro-flauta”) recordó a la masa que no es que seamos anti-sistema sino que es el sistema el que está contra nosotros. <o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entre mis amigos psiquiatras los hay de todo tipo y, cuando nos reunimos, el tema de cómo mejorar el sistema para que los atentados contra los derechos presuntamente inalienables de todo individuo no se vean asaltados por ladrones de bata blanca con tanta reiteración como impunidad, parecería que nos une más que nos separa (sobre todo si se adereza el diálogo con unas cañas). Al final, después de muchas cañas siempre acabamos fantaseando con una revolución o, lo que viene a hacer lo mismo, arreglando el mundo. Más allá de fantasías, y para que ningún profesional receloso me diagnostique de megalomanía, iré poquito a poco, entiendo que no vale la pena hablar por hablar – aunque gocemos tanto haciéndolo- y haré una serie de propuestas que más que relacionadas con la clínica, pienso que ahondan en lo que considero esencial en su práctica: la ÉTICA; así, en mayúsculas y esdrújulamente altisonante, porque pienso que es algo de lo que se habla mucho, pero que a la hora de la verdad cuando uno coteja los discursos con los actos que se cometen cada día en los centros psiquiátricos españoles, me recuerdan aquello que dicen que dijo Lacan, pero que a lo que ya se refería Jesucristo: “que la palabra no sirve” y “que por sus obras les conoceréis”. <o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Propuesta número 1: Obligar -bajo mandato expreso del cargo que ocupa (sea docente, público, privado o colegiado)- a todos los profesionales de salud mental a pasar por el papel de pacientes, para que prueben su propia medicina y sepan que esto de la locura no es cosa de un cerebro malfuncionante y sus caprichosos neurotransmisores, ni tampoco un tema exclusivo de la relación que uno tuvo con mamá y papá, sino de cómo se transmite lo de dentro hacia afuera, máxime cuando lo de dentro esta encerrado en un cofre con siete cerrojos y la llave… ¿Dónde está la llave? En el fondo del mar de la memoria y ¡chim pum! A ver si con esto los dueños del saber dejan de proyectar sus mierdas –y disculpen la expresión- interiores sobre nosotros (ya sea en forma de pastillas, de condicionamiento o de transferencias contaminadas).<o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Propuesta número 2: Meter en una nave espacial todas las correas y mecanismos que se utilizan en las contenciones mecánicas y enviarlas a Marte (que por algo lleva el nombre del Dios de la guerra) ya que nosotros necesitamos mucha paz. Si alguien se escandaliza, le recuerdo que la ultima convención de <st1:personname productid="la OMS" w:st="on">la OMS</st1:personname> sobre los derechos humanos de los llamados discapacitados nos ampara de lleno. Y dicho esto le encomiendo que entienda que si ya que existe la contención química porque este estado de derecho (derechoso y derechizante que ironizaría Cantinflas) no nos garantiza una contención emocional (rollo Soteria) como nos merecemos, le recuerdo que una vez drogados, dormidos y hundidos, con el pinchazo intramuscular de turno, las correas sólo sirven para que nos hagamos nuestras necesidades encima.<o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Propuesta numero 3: Aquí tenía pensado hablar sobre el T.A.I., pero como parece que por estos lares hay quorum no me quiero repetir. Paso a la numero 4.<o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Propuesta número 4: Si algún jefe de servicio impone normas sobre los pacientes como desnudarles ante un miembro del equipo, cacheos, obligación de cambiar de vestuario, y cosas así, que el resto del equipo le recuerde que un psiquiátrico no debe parecerse a una cárcel; porque estas normas alienantes y carcelarias siguen la misma perversa y errónea idea de que si pasas por el aro y te sometes te rehabilitas. Esto no pasa ni en las cárceles ni en los psiquiátricos, así que un poquito de coherencia con el cargo no iría mal.<o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Propuesta numero 5: Como decía Marta Osorio en Farmacrticxs: esto no es Suecia. Coño! Y creo que Marta estaría de acuerdo conmigo… !Que lo sea, o al menos que se parezca¡ Si a la primera de cambio nos dan neurolépticos, la desestructuración del discurso y del imaginario se puede acelerar en muchísimos casos, con el consecuente: no hay vuelta atrás. Que estas pastillas no son caramelos de goma y sabéis tan bien como yo que pueden generar tantos síntomas como los que se intentan paliar. Un poquito de esfuerzo y de fe en el ser humano por parte de los profesionales no iría mal. Ya no pido humildad, para no que no me digáis que pido imposibles….<o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Propuesta numero 6: A diferencia de Jose Valdecasas y Amaia Vispe, autores de otro post y coautores de un recomendable blog, yo pienso que uno se puede aprovechar de las farmacéuticas. Sin ir mas lejos éstas que subvencionan el congreso nacional de enfermería me van a pagar mi participación como ponente. Sera la primera vez –os lo digo como consumidor de Risperidona en depot- que Janssen hace algo que no sea darme por culo. Eso sí. Admiro a Valdecasas y a Vispe y aún a riesgo de ponerme en plan jesuita, más vale prevenir que caer en la tentación. Sobre todo cuando es el culo de los demás el que está en juego.<o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="EN-US" style="color: windowtext; line-height: 115%;">Propuesta numero 7 : Pegado de </span><span lang="EN-US"><a href="http://www.power2u.org/downloads/PACE-Manual.spanish.pdf">aquí.</a></span><span lang="EN-US" style="color: windowtext; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo que se les dice a las personas, cuando se les dice que tienen una enfermedad mental Desafortunadamente, la mayoría de personas que han sido etiquetadas como enfermos mentales, han escuchado un conjunto de frases pesimistas, que interfieren en su proceso de recobrar sus vidas definitivamente. Hay que contrarrestar estas frases para que el proceso pueda avanzar.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><o:p></o:p></span></b></span></div><table border="0" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; margin-left: 4.55pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 0cm 0cm; mso-table-layout-alt: fixed;"><tbody>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Modelo Médico de Rehabilitación<o:p></o:p></span></b></span></div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Modelo de Empoderamiento<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: black; border-top-style: solid; border-top-width: 1pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“eres un enfermo mental”<o:p></o:p></span></b></span></div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: black; border-top-style: solid; border-top-width: 1pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“estás experimentando una angustia emocional severa, que interfiere con tu vida en la comunidad”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“tu enfermedad mental es causada por un desorden cerebral genético o químico”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“tu angustia se debe a una combinación de pérdidas, traumas y carencia de apoyos”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“tu desorden es permanente” <o:p></o:p></span></b></span></div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“puedes recobrar tu vida definitivamente”<o:p></o:p></span></b></span></div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“no debes trabajar hasta que no tengas ningún síntoma”<o:p></o:p></span></b></span></div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“empieza a trabajar en algo significativo tan pronto como puedas, ya que el trabajo nos<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">ayuda a recobrar nuestras vidas definitivamente”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“debes tomar medicamentos por el resto de tu vida”<o:p></o:p></span></b></span></div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“puede ser que encuentres que los medicamentos te ayudan mientras estás aprendiendo destrezas para cuidar de ti mismo y maneras alternativas de recobrar tu vida definitivamente después de esta severa angustia emocional”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“deberás permanecer bajo el cuidado de profesionales por el resto de tu vida”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“podrás lograr que tu apoyo principal sean tus pares y amigos, en lugar de los profesionales de la salud”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“eres tu enfermedad”<o:p></o:p></span></b></span></div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“sigues siendo completamente humano”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“como resultado de tu enfermedad, no eres capaz de expresar tus sentimientos<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">o formar relaciones personales”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“estás experimentando sentimientos tan extremos que sientes que no es seguro<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">expresarlos. Con el tiempo te sentirás los suficientemente seguro para comprender tus<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">sentimientos y los de los otros y formar relaciones personales cercanas”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“no tienes ni los derechos ni las responsabilidades de los otros”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“no has perdido ninguno de tus derechos<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">civiles”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“eres más peligroso que otros en la sociedad”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“no eres más peligroso que cualquier otro miembro de la comunidad”<o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
<tr> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-image: initial; border-left-color: black; border-left-style: solid; border-left-width: 1pt; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 211.85pt;" valign="top" width="282"> <div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 10.85pt; margin-right: .25pt; margin-top: 0cm; mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“no puedes tener una pareja ni hijos” <o:p></o:p></span></b></span></div></td> <td style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border-bottom-color: black; border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: initial; border-left-style: none; border-left-width: initial; border-right-color: black; border-right-style: solid; border-right-width: 1pt; border-top-color: initial; border-top-style: none; border-top-width: initial; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 216.3pt;" valign="top" width="288"> <div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“puedes tener una pareja e hijos una vez hayas adelantado en el proceso de recobrar tu vida definitivamente” <o:p></o:p></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 5.0pt; text-align: center;"><br />
</div></td> </tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="background-color: #cfe2f3; color: windowtext; line-height: 115%;"><b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Raul Velasco. Diagnosticado.<o:p></o:p></span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; text-align: justify;"><br />
</div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-78382292978408583932012-01-24T03:02:00.001-08:002012-01-24T03:02:39.167-08:00Otra Psiquiatría (3)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">GENÉTICA Y ENFERMEDAD MENTAL<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La psiquiatría actual, en su mayor parte, presume de ser biológica. Seguidora de un paradigma biológico (<i><a href="http://postpsiquiatria.blogspot.com/2011/04/mercaderes-en-el-templo-hegemonia-del.html">bio-comercial</a></i>, decimos algunos), que no es en realidad tal, sino más bien neuroquímico y neurogenético. La vida mental humana, sana o enferma, se reduce, pues, a una cuestión de receptores sinápticos, neurotransmisores y genes que los determinan. Y es esta cuestión de la relación entre los hallazgos genéticos y las (llamadas) enfermedades mentales de lo que intentaremos hablar en esta entrada.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Digamos antes de nada que nosotros no creemos en entes inmateriales (alma, espíritu o como queramos llamarlos) como gobernantes o directores del cuerpo material. El ser humano es materia y nada más (ni nada menos) y no tenemos noticia de que nadie haya demostrado otra cosa. Luego esa materia, a nivel corporal y, concretamente, cerebral, puede tener como propiedad emergente lo mental, pero que no dejaría de ser una mera manifestación de lo físico. Como recurrente analogía, citaremos otra vez el ejemplo de <st1:personname productid="la Tierra" w:st="on">la Tierra</st1:personname> y la gravedad. Ésta es una propiedad plenamente material y física, aunque no se encuentra su esencia cavando en la tierra ni se explica la misma por la composición geológica del planeta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El ser humano, material pues, se construye a partir de un código genético. Dicho código, diferente para cada individuo (excepto en los casos de gemelos homocigóticos), proporciona las instrucciones para la síntesis proteica a través de la cual el organismo posee una serie de características. No sólo referentes al aspecto físico o composición orgánica, sino a predisposiciones a diferentes eventos vitales (considerados morbosos o no) y, como decían ya los antiguos, un cierto<i> temperamento</i>. Como opinará probablemente cualquier persona que haya tenido hijos, cada bebé tiene una cierta forma de ser desde el minuto uno del nacimiento (y posiblemente también antes). Y conste que no pretendemos restar ni un ápice de importancia a factores como la educación, la crianza o las relaciones familiares. Precisamente porque creemos que estos factores son a su vez determinantes en el desarrollo de la persona es por lo que los gemelos idénticos (iguales genéticamente al 100%), luego no son iguales al 100% ni físicamente ni, si se nos permite la palabra, psíquicamente. Por ejemplo, los estudios más defensores del papel genético de la esquizofrenia no llegan a una concordancia del 50% para gemelos homocigóticos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Así pues, tenemos una carga genética que determina una serie de características a nivel físico y, posiblemente, psíquico, entendidas como temperamento. Ya que, en nuestra opinión, dicho temperamento basal nada tiene que ver con almas o espíritus inmateriales, sino con la organización corporal y cerebral de ese organismo, ordenada por su estructura genética. Luego vendrá la vida, a hacer y deshacer, pero siempre sobre la base de lo que es dado ya en el nacimiento. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El paradigma biológico en Psiquiatría defiende una causalidad biológica para las enfermedades mentales (la defiende, pero aún no la ha encontrado, salvo que recurra a la trampa habitual de mezclar enfermedades neurológicas con psiquiátricas y cite la demencia, el Parkinson o la neurosífilis...). Y, en muchos casos, se busca dicha causalidad a nivel de hallazgos genéticos en poblaciones de pacientes (ya que los neurotransmisores ya no dan más de sí y no hay forma de mantener la hipótesis dopaminérgica si pensamos en la clozapina o la hipótesis serotoninérgica si ha caducado al patente del Prozac y hay que promocionar los duales...). Es decir, parece que el pensamiento psiquiátrico biológico viene a ser: <i>demostremos un origen genético de tal enfermedad y habremos demostrado la causalidad biológica, y por lo tanto la existencia, de dicha enfermedad biológica</i>.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El argumento vendría a ser así:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">1</span></b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">.- Tenemos pacientes a los que diagnosticamos la enfermedad mental X.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">2</span></b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">.- Estudiamos su código genético en comparación con pacientes con otras enfermedades y con controles (ya saben que todos, todos, todos, los estudios científicos actuales en psiquiatría son tan metodológicamente correctos como esto).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">3</span></b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">.- Encontramos que hay un gen, o un grupo de ellos, que se asocia con los pacientes y no con los grupos controles (también sería importante que dicha asociación existiera en un porcentaje amplio de pacientes, para no dar pábulo a estudios vergonzosos como <a href="http://postpsiquiatria.blogspot.com/2010/10/hallazgos-en-tdah-genetica-alterada-o.html">éste</a>).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">4</span></b><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">.- Por lo tanto, la enfermedad está causada genéticamente, es de naturaleza biológica, y quien defienda lo contrario es un antipsiquiatra sin redención. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El problema es que este argumento, desde el punto de vista lógico, es <b>tramposo</b>. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y la trampa está en que en ninguno de sus pasos se ha demostrado que la entidad X sea realmente una enfermedad. Porque tal demostración es imposible, ya que los genes son entidades biológicas, pero las enfermedades son constructos socioculturales (basados o no en determinadas características biológicas). Desde un punto de vista epistemológico, no puede demostrarse que algo sea una enfermedad porque tenga o deje de tener un origen genético. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El concepto de enfermedad es sumamente problemático y ya <a href="http://postpsiquiatria.blogspot.com/2011/06/epistemologia-psiquiatrica.html">alguna vez</a> hablamos acerca de ello. En líneas generales, se podría aceptar que <i>enfermedad</i> sería aquella condición biológica que ocasiona una disminución en la calidad o cantidad de vida, o diversos tipos de molestias, dolores, malestares o repercusiones. Por ejemplo, el sarampión es una enfermedad, porque ocasiona unos síntomas, un riesgo de complicaciones y se debe a un agente infeccioso. Y por parte de muchos <i>psiquiatras infantiles</i> (curioso doble significado, por cierto), el TDAH es una enfermedad, porque ocasiona unos síntomas, un riesgo de complicaciones y se debe a una predisposición genética. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pero esta analogía también es tramposa, porque el sarampión produce síntomas objetivables con independencia del contexto sociocultural, como fiebre, erupción cutánea, etc. Mientras que el conjunto de síntomas que llamamos TDAH se consideran enfermedad en los manuales de psiquiatría de 2011, pero no están recogidos en ningún apartado de manuales de psiquiatría de los años 70, como el de Ajuriaguerra o el Compendio de Psiquiatría de Kaplan de 1975. Es decir, el TDAH se conceptualiza como enfermedad por una determinada cultura (y, como todo en la vida, en base a determinados intereses, conscientes e inconscientes, por parte de los múltiples agentes involucrados), pero tal conceptualización es una condición <i>a priori</i> no demostrada por medio de ningún dato objetivo (como serían la fiebre o las lesiones cutáneas en el sarampión). Cuando éramos pequeños disfrutábamos leyendo las aventuras de <i>Zipi y Zape</i>, que eran dos niños muy traviesos que hacían la vida imposible a sus padres y maestros. Hoy en día los dos tendrían un diagnóstico de TDAH, un certificado de discapacidad y un tratamiento crónico con psicoestimulantes y posiblemente neurolépticos. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y, según el paradigma médico, la enfermedad debe ser una condición biológica. Es decir, un proceso biológico con una causa biológica. O llegaríamos a absurdos tales como considerar la pobreza o la exclusión social, tan dañinas por otra parte, como enfermedades (o bien a considerar enfermedades constructos tales como el <i>oposicionismo</i> o la <i>antisocialidad</i>...). Pero, evidentemente, no toda condición biológico con causa biológica (genética o no) es una enfermedad. El hecho biológico es objeto de la ciencia natural, pero el acto de definir un hecho biológico como enfermedad o no, es un acto cultural, objeto por tanto de las ciencias sociales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En este orden de cosas, el razonamiento desde los puestos de la psiquiatría biológica es que, si encuentran la causa genética del TDAH (cosa que no se ha hecho, aunque<a href="http://postpsiquiatria.blogspot.com/2011/05/deficit-de-atencion-y-sesgo-de.html"> algunos</a> lo vayan anunciando antes de tiempo) o de cualquier otra enfermedad mental (cosa que tampoco se ha hecho), ello demostraría de hecho la existencia de dicha enfermedad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Pero este razonamiento es <b>mentira</b>.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Porque encontrar la causa genética de algo no demuestra en absoluto que ese algo sea una enfermedad. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ser pelirrojo implica poseer determinado patrón genético y se hereda de forma clara. Pero ser pelirrojo no es una enfermedad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El código genético implica una determinada configuración en el organismo humano. A lo mejor, implica que si cambia una base en el DNA, se sintetizará la hemoglobina con un aminoácido diferente y los glóbulos rojos tendrán una forma distinta que provocará su rotura en los vasos, con la consiguiente anemia falciforme. Está determinada genéticamente. Pero que sea una enfermedad no viene demostrado por su causa genética sino por el hecho clínico de que la cifra de hemoglobina disminuye y ello supone una serie de síntomas y riesgos físicos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El código genético implica una determinada configuración en el organismo humano. A lo mejor, implica un temperamento más exaltado e inquieto, más tendencia a la distraibilidad (por no hablar del sin duda clave papel que la educación del niño y sus circunstancias sociales y familiares juegan en todo ello). Pero si encontramos un gen o varios que determinan ese temperamento, ello en absoluto demuestra que tal temperamento sea una enfermedad, Es nuestra cultura la que escoge que los niños deben estar quietos y atendiendo para no ser considerados enfermos (pero no demasiado, o les consideraremos depresivos). Y para lograr esa socialización, por otra parte imprescindible en el ser humano, se escoge la desrresponsabilización de todos: niños, padres, maestros y sanitarios... Mal camino, nos parece. Hace poco, el Ministerio de Sanidad nos obsequió con la <a href="http://www.eldia.es/2011-10-06/sociedad/sociedad31.htm">noticia</a> de que uno de cada cinco niños y adolescentes de este país era un <i>enfermo mental</i> necesitado de tratamiento. Entendemos que la campaña por la creación de la especialidad de psiquiatría infantil está en su apogeo pero aún así, tal noticia, sin datos de ningún estudio epidemiológico que la avale ni remotamente, nos parece no sólo falsa y absurda, sino directamente dañina para la opinión pública y la sociedad que poco a poco (o mucho a mucho) vamos creando entre todos. Conseguiremos acabar con el estigma de la enfermedad mental sólo al precio de ser todos enfermos y estar ya todos bajo tratamiento. <br />
<br />
Pero volvamos al tema de hoy, que el cabreo nos hace dispersarnos...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hay hechos biológicos de origen no genético que se consideran enfermedades, como el sarampión.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hay hechos biológicos de origen genético que se consideran enfermedades, como la anemia falciforme.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hay condiciones genéticas que son consideradas enfermedades, como la corea de Huntington.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hay condiciones genéticas que no son consideradas enfermedades, como el hecho de ser pelirrojo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Una cosa es que un determinado evento sea de origen genético, lo cual sólo puede ser cierto o falso, y otra cosa es que tal evento sea considerado una enfermedad, lo cual está sujeto a opinión y a cambio, según la evolución de una determinada cultura. Por ejemplo, hoy en día mucha gente defiende la no consideración del síndrome de Down como una enfermedad, sino como una diferencia frente al patrón común. Pero nadie discute su origen genético.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En fin, que a la hora de hacer ciencia (cosa que creemos importante, aunque luego nos acusen de antipsiquiatras) hay que saber un poquito de epistemología y diferenciar niveles. Porque si no, identificamos genética con enfermedad y podemos acabar medicando a los pelirrojos por considerarles enfermos, ya que tienen un patrón genético como causa de su diferencia...<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No hace tanto tiempo que los psiquiatras considerábamos una enfermedad a la masturbación y enfermos a los homosexuales, o sea que esto del constructo de enfermedad a lo mejor no va a ser algo tan fiable como nos gustaría creer...<br />
<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Jose Valdecasas<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Amaia Vispe<o:p></o:p></span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-70290833399522352782012-01-11T13:38:00.000-08:002012-01-13T02:48:09.961-08:00Otra Psiquiatría (2)<div align="center" style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"><i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></i></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: center;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: center;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><em><strong>AD INFINITUM</strong></em></span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“Nadie cree actualmente que la Esquizofrenia, los Trastornos del estado de ánimo, o incluso los Trastornos de la personalidad, no poseen un sustrato biológico. De hecho, la perspectiva del DSM-IV (y DSM IV-TR) es que todos los trastornos del manual tienen, al menos, algún componente biológico y que todos ellos, incluyendo los de esta sección, también son influidos por factores psicológicos y ambientales” (Descubriendo el maravilloso mundo del DSM en Estudio de Casos. Guía clínica para el diagnóstico diferencial. DSM-IV-TR.). </span><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">He de asegurarles que yo también creo firmemente que los trastornos mentales descritos en los DSM tienen un sustrato biológico. También creo que el Barça tiene un sustrato biológico y si me apuran, químico. Y la ensaimada, la paella, y el chocolate.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Es que hubo algún momento de la historia en que se pensara que algún trastorno padecido por animal mas o menos racional no tuviera sustrato biológico?. En la primera versión del DSM, nuestros antepasados, en su ignorancia, llegaron a insinuar, introduciendo el concepto de “reacción”, que determinados trastornos eran resultado de cosas que le pasaban a la gente en sus vidas. Afortunadamente hemos avanzado mucho desde entonces, y ese término desapareció en las siguientes versiones. Es que la ciencia avanza que es una barbaridad.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Acaso se puede dar un trastorno psicológico sin sustrato biológico? No. Solo en la ciencia ficción. </span><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recordemos 2001, Odisea en el Espacio, donde el ordenador Hal acaba con parte de la tripulación de la nave que gobernaba. Aunque claro, podríamos achacar el problema al sustrato físico. O a la simple maldad del ordenador, que persiguiendo sus fines no se pone limitaciones. </span><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">También en el mundo de Asimov, los Robots podían sufrir trastornos, en este caso, cuando llegaban a un bucle sin fin, o un callejón sin salida en su programación. Este último ejemplo es interesante, puesto que los robots acababan dañados físicamente por un problema de programación.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A mi me parece que, como en tantas y tantas ocasiones, podemos estar cayendo en las trampas del lenguaje. Si, las trampas de planteamientos del tipo, “me rendí de rendirme”, o “¿puede Dios que es todopoderoso crear una piedra que el mismo no pueda levantar?”. Según mi punto de vista no hay una separación entre lo biológico y lo psicológico. Están íntimamente relacionados uno con otro, por lo que el comentario que encabeza este texto me sobra a nivel informativo, salvo que me quieran a continuación “vender” otra serie de planteamientos y/o productos. ¿Hay una base, un origen, una etiología biológica, o bioquímica, en la mayor parte de los trastornos mentales?. Absolutamente NO, y esta es la trampa del lenguaje. Creo que en la mayor parte de los trastornos psicológicos, la base etiológica pertenece a un nivel de análisis absolutamente distinto. ¿Que tiene correlatos biológicos, bioquímicos, y físicos?. Por supuesto. Y por supuesto, esos cambios luego van a producir también a su vez toda una cascada de cambios que se van a desencadenar a posteriori y en todos los niveles de análisis.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De esto, se deduce inmediatamente que la intervención temprana evitaría (según como se intervenga, porque me parece que a veces es peor el remedio que la enfermedad) que a medio y largo plazo los cambios desencadenados a todos los niveles acabarán produciendo un artefacto irreconocible e imposible de relacionar con los primeros cambios producidos. De esta misma forma, si como ocurre en ocasiones, aún existiendo ese artefacto, las condiciones cambian, la vida de la persona cambia, porque cambian las circunstancias, es posible que esto desencadene cambios en la biología, en la química, y en la física, que haga que a su vez la cascada de acontecimientos se revierta. Ahora bien, es mucho más simple tratar de alterar la química. El problema es que esto también produce estos cambios a todos los niveles, es decir, introducimos una variable que dota de una mayor complejidad a todo el problema.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Estoy diciendo que estoy en contra de la medicación?. Lean atentamente el párrafo anterior. No. Creo que podría optimizarse su uso, cosa a la que no ayuda mensajes como el que encabeza este texto. Y creo en el derecho a la información veraz.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es ridículo, estúpido, necio, absurdo, y perverso reducir lo que una persona siente a las sustancias químicas que segrega, aún siendo consciente de que sin ellas no podría sentir lo que siente. Sé que algunos de ustedes no estarán de acuerdo. Se alinean por tanto con el Alquimista que busca un bebedizo para que su amada se enamore sólo con verle.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Otros me hablarán de Gazzaniga, y de cómo los individuos con determinadas lesiones cerebrales, aún siendo imposible, se atribuyen la responsabilidad de sus conductas, y buscan explicarlas en términos de esa responsabilidad. ¿Eso también es química o es un factor, elaborado con palabras, y sólo posible por tanto en el mundo humano y simbólico, llamado necesidad de control?¿hay algo más terrorífico que llegar a la conclusión de que uno mismo hace cosas que no quiere hacer?¿es esta conclusión también reductible a la química?. ¿Las necesidades son química, biología o matemática?.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El lenguaje, ¿tiene también un sustrato biológico?. Un libro para un Koala es una cosa blanca llena de cagaditas de congénere. Para un humano, es “El Túnel” “Romeo y Julieta” “Crimen y Castigo” y “Estudio de casos del DSM-IV-TR”. Creo que no se puede separar el sustrato biológico de la psicología, de la misma forma en que no se puede poner en un puesto de trabajo a una media persona. El problema acaba siendo entonces dónde se pone el peso de la intervención. Y el peso, en nuestra área de trabajo, no debería de depositarse en la bioquímica si estamos de acuerdo en que las personas sufren con lo que les ocurre y que ese sufrimiento y su expresión es lo que llamamos trastorno mental. </span><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay que tratar con la vida de la gente, con sus condiciones, con sus miserias, y con su margen de maniobra y responsabilidad. No se puede jugar en la playa sin llenarse de arena, salvo que pretendamos que todas las playas sean de piedra.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora bien y llegados a este punto, me gustaría informar al lector de que el que escribe estas líneas es un ser que navega en un mar de dudas, que ha llegado a acostumbrarse a surcarlo, por lo que la sensación de vértigo ya no le produce alarma. Simplemente la acepta como algo connatural al lío mayúsculo en el que se ha metido solo, con las decisiones que ha tomado en la edad de la ignorancia (Kundera dixit).</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Creo, y es una creencia, que un comportamiento, una actitud, un sistema, una idea, no sobrevive y prevalece, si no está plagado de ventajas, más o menos evidentes y en su más amplio sentido. Así pues, siguiendo esta premisa, el biologicismo imperante en la psiquiatría y en la psicología (sí, también en la psicología!!!) tiene que tener una serie de ventajas respecto a otros planteamientos, así que voy a tratar de enumerar aquí algunos.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se me ocurre en primer lugar, que algunas personas en crisis son un auténtico latazo para cualquiera que se cruce con ellas. Si además resulta que estás involucrado emocional o sentimentalmente con ellas, entonces seguramente tu también entrarás en crisis con la diferencia de que no tendrás ningún margen de control de la situación, salvo el desaparecer una temporada y esto, aunque fuera posible a nivel práctico, a nivel emocional, precisamente porque tienes un vínculo, no suele ser viable.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En este punto, he de pedir disculpas a todos aquellos que se sientan agraviados, molestos, irritados o aludidos, especialmente a los que son mis amigos . Lo lamento, pero es como me he sentido en las ocasiones en que me ha sucedido algo al respecto con alguien en ese estado, en mi vida personal. Miedo, confusión, agobio, enfado, cansancio, y un largo etc...Pero he aquí que llega la psiquiatría biologicista y nos dice a todos los implicados que esa persona a la que queremos o apreciamos, está enferma, no es responsable de nada de lo ocurrido, y que lo que necesita es tratamiento. Además, resulta que con el tratamiento, efectivamente deja de molestar, y tú vuelves a estar bien. Claro, sólo en situaciones donde esa persona no sea muy íntima, en cuyo caso, te darás cuenta de que por ahora no va a molestar porque ha desaparecido (voy a ser provocador, y de las desventajas de esta opción no voy a hablar en este texto).</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Siguiendo por esta senda, la familia, amigos, vecinos y otras personas del entorno, dejan de sufrir los inconvenientes de estar próximos a esa persona en crisis que además manifiesta su sufrimiento de una forma tan molesta. Por supuesto, con la solución, se entiende implícitamente que la persona no está en crisis, que las decisiones que toma o ha tomado durante años, no tienen nada que ver, y que simplemente se ha enfermado de la misma manera que si se hubiera contagiado de fiebres tifoideas.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Resumiendo este punto: solución rápida, eficaz e inmediata para un problema serio y complejo. El problema solucionado, por supuesto, es las molestias ocasionadas a todo el entorno. Entiendo que esto no es totalmente así. A pesar de la medicación, o debido precisamente a ella, los problemas suelen repetirse en el tiempo. Este tipo de solución, genera agradecimiento en las personas que ahora sienten que hay un norte y que alguien controla la situación (también sé que esto no es totalmente así).</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No es desdeñable el beneficio económico. Sin intención de cansarles aquí con cifras ya que para eso hay otros profesionales por ahí, haciendo muy buenos trabajos al respecto, me gustaría limitarme a señalar el hecho de que buena parte de los diez fármacos más lucrativos para la industria farmacéutica, son utilizados habitualmente en los servicios de psiquiatría de todo el mundo. Hasta tal punto se ha llegado, que existen desde hace décadas, clínicas dedicadas a la desintoxicación de psicofármacos. Más grave aún es el hecho de que muchos de esos fármacos se nutren de un, relativamente nuevo, nicho de mercado en este área, el infantil. Así pues, para el sistema es una enorme ventaja el disponer de consumidores ad infinitum de sus productos, y desde edades cada vez más tempranas. Por supuesto, todos los implicado en las “operaciones”, también resultan beneficiados de una forma más o menos directa, por el lucro de la industria, sus investigaciones sesgadas y por tanto, sus conclusiones tramposas.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El beneficio para las empresas también es importante, pero mucho más complicado de valorar. Un trabajador estresado, es un trabajador que ha enfermado, y que con su tratamiento podrá volver al trabajo. Aquí los psicólogos hemos ayudado bastante, con nuestro gusto por las palabrejas técnicas que nos dan lustre y esplendor. El valor del estrés como enfermedad o trastorno, que justifica un tratamiento, caería en picado si manipulando cualquiera de las variable implicadas en el problema, y sin tocar para nada la bioquímica, consiguiéramos que esa persona que trabaja, dejara de estar casi de forma inmediata, estresada. Cambiamos al jefe gritón, o le subimos el sueldo al trabajador de forma que se sienta bien pagado, o dotamos de sentido y de valor a lo que hace, o le procuramos una conciliación familiar-laboral realmente conciliadora, o ponemos personal de apoyo cuando hace falta y no permitimos que esa persona cargue sola con el peso de la empresa.....Si hacemos esto y la persona “se cura”, ¿dónde está el estrés?¿dónde está la enfermedad? Obviamente, soy consciente de que el medicar al trabajador es mucho más barato y beneficioso para el sistema (con buenas intenciones, con ética y con valores no se compra nadie una televisión de plasma, ni un BMW). Así pues, y resumiendo nuevamente: el trabajador estresado vuelve a trabajar medicado, posiblemente y también ad infinitum. Puede ocurrir que ese mismo trabajador medicado acabe suicidándose (véase el caso France Telecom), pero aquí realmente pierdo el hilo y no se si el sistema gana o pierde, aunque es evidente que las funerarias forman parte del sistema y los abogados también.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El punto más delicado de lo que pretendo decirles, es el referido a la propia persona en crisis, a la persona diagnosticada y en definitiva, a la persona que sufre. Habitualmente, una parte de su rehabilitación, o al menos, parte de los esfuerzos dedicados a ella, consiste en que asuma o que tenga lo que se ha dado en llamar “conciencia de enfermedad”. Esto se hace tanto en los casos en que la enfermedad consiste en robar cosas innecesarias (cleptomanía), en esnifar cocaína, o en jugar a la ruleta (ludopatía). También en la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la hiperactividad.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con la conciencia de enfermedad viene la obligatoriedad de realizar un determinado tratamiento, ya sea conductual o farmacológico, ya que si no se cumple con esta prescripción, además de poder ser diagnosticado con una nueva enfermedad, con seguridad se volverá a recaer, con la terrible consecuencia o amenaza de un deterioro, también, ad infinitum. A mí, esta actitud de determinados profesionales y/o equipos de profesionales y/o planteamientos etiológicos/terapeúticos, hacen que automáticamente piense en Dante y en Perelman. No voy a negarles que para mi disgusto, también pasa por mi cabeza la más popular figura de Joseph Aloisius Ratzinger.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La enorme ventaja del planeamiento psiquiátrico más biologicista para los problemas de salud mental (vamos a llamarlos así, y vaya usted a saber que es eso de “salud mental”, que no es lo mismo que “salud cerebral”), es que la persona sólo tiene que hacer lo que dicen los profesionales, seguir el camino que se les ha marcado, dejarse cuidar, y tratar de asumir que su margen de responsabilidad sólo llega hasta ahí. Nada tienen que ver las decisiones que se toman o se han tomado hasta ese momento, y no hay nada personal en el problema, todo es bioquímica, cerebro y enfermedad. Esto, por supuesto, evita incómodos cuestionamientos, incómodos esfuerzos, e incómodas incertidumbres, por supuesto, ad infinitum.</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como conclusión, me gustaría llamarles la atención sobre un hecho que se deduce fácilmente de la lectura de estas líneas: todos los actores implicados en el problema de salud mental (que vaya usted a saber que es eso) de una persona X en un momento determinado de su vida T, obtienen importantísimos beneficios, más o menos evidentes, del planteamiento, de la forma más extendida de entender los problemas de salud mental (q.u.s.q.e.e) por parte de la psiquiatría y de la psicología (sic¡¡¡).</span></div><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En otra ocasión, les expondré si me lo permiten, los serios inconvenientes que para algunos de los actores implicados, fundamentalmente para el actor protagonista, tiene esta opción.</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial;"></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="color: #454545; font-style: normal; margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">"Madre Teresa de Calcuta a un enfermo terminal de cáncer.- hijo mio todos esos dolores y padecimientos en realidad son besos del Señor...</span></div><div style="color: #454545; font-style: normal; margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Enfermo.- pues dígale al señor que deje de besarme, por favor."</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Jesús Castro Rodríguez</strong></span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Psicólogo Especialista en Psicología Clínica</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Grupo GP de Servicios Psicológicos</span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="background-color: #cfe2f3; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="http://www.grupogp.info/">http://www.grupogp.info/</a></span></div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"> </div></div></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-18784123361394027882012-01-09T04:44:00.000-08:002012-01-13T02:48:50.796-08:00Otra Psiquiatría (1)<h1 style="color: #171a1a; font-weight: normal; margin: 6px 0px 4px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"> </span></h1><div class="Entradilla" style="font-weight: bold; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">"El delirio es una tentativa de curación, y la persecución, la única compañía del paranoico". Lo dijo Sigmund Freud y se trata de una afirmación en la que los profesionales que practican la Otra psiquiatría creen a pies juntillas. Se distancian del maridaje actual entre la psiquiatría y la farmacología y defienden que los pacientes son sujetos singulares a los que es necesario guiar. En definitiva, defienden la revitalización y extensión del ahora tan polémico psicoanálisis partiendo de su ejercicio en las instituciones públicas sanitarias.</span></div><div class="Entradilla" style="color: #999999; font-weight: bold; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="Entradilla" style="margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sigmund Freud revolucionó la clínica psiquiátrica, que durante la primera parte del siglo pasado se ocupó de la estructura de la locura y de buscar sus causas. Sin embargo, hoy el discurso farmacológico ha logrado imponerse y los pilares de la psiquiatría son el tratamiento biológico y la terapia cognitivo conductual. La receta de la Otra psiquiatría consister en combinar los fármacos con un tratamiento oral, que devuelva al demente su individualidad y la responsabilidad sobre su locura.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">"En la Otra psiquiatría confluye la amistad, el interés por el estudio de la psicopatología psicoanalítica y el trato con el loco. No es ninguna asociación, no tiene miembros ni socios", describe José María Álvarez, especialista en Psicología Clínica del Hospital Psiquiátrico Doctor Villacián, de Valladolid, escritor y uno de los mentores de este movimiento. "Nuestro punto de vista -continúa- es que dentro de cada loco hay alguien que trata de reequilibrar su locura. Por tanto, no es un ente abstracto, sino un sujeto singular al que hay que guiar y apoyar en su propio trabajo de recuperación".</span><br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="pullquote" style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">La clave de este pensamiento y de esta manera de trabajar es que el loco es responsable de su locura y de aceptar ayuda </span>. "Nosotros defendemos que se puede generalizar la oferta porque son pacientes graves pero pueden elegir. De todas formas, muchas veces no quieren; yo soy psiquiatra de la Seguridad Social en Vigo y recibo 20 pacientes al día, de los cuales la mayoría sólo quieren pastillas", explica Pepe Eiras, psiquiatra del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). José María Álvarez matiza: "Hay dos tipos de tratamiento: uno busca que la gente siga dormida y no piense en nada, y otro intenta que despierte y sepa algo de lo que le pasa. Nosotros creemos que esta segunda vía es la mejor, pero respetamos a los que no quieren saber nada".</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Historia del movimiento</strong></span><br />
<br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las personas vinculadas a la Otra psiquiatría son psicoanalistas, psiquiatras y psicólogos clínicos que trabajan en servicios públicos de Salud Mental. Orientados por la enseñanza de Lacan, estos especialistas apuestan por la revitalización y extensión del psicoanálisis en las instituciones públicas sanitarias. El movimiento surgió hace unos años en el Hospital Doctor Villacián, de Valladolid. Junto a José María Álvarez, desempeñaron un papel muy relevante Fernando Colina y Ramón Esteban. En 2004, la iniciativa superó el ámbito local cuando se sumaron Pepe Eiras y Chus Gómez, actualmente jefa de sección del Hospital Doctor Cabaleiro Goás, de Toén (Orense), una de las instituciones públicas españolas en las que se ha implantado un método diferente.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
<strong style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No al antojo comercial</span></strong><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estos especialistas opinan que la psiquiatría actual gira en torno al positivismo científico y que ha dado la espalda al deseo de saber sobre la locura, enterrando la curiosidad y despreciando la inteligencia. A su juicio, hoy la industria farmacéutica dicta a su antojo comercial las vicisitudes y el modelo de los síntomas. <span class="pullquote" style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">"No es que aquí hagamos psiconálisis, sino que la escucha psicoanalítica orienta el trabajo en equipo"</span>, aclara Chus Gómez sobre los métodos del hospital psiquiátrico de Orense. Se trata de un abordaje que respeta la particularidad de cada persona, que no se queda en la superficie sino que se adentra en la historia vital del paciente. Gómez explica cómo se trabaja en Toén: "Mi escucha está orientada por el psicoanálisis. Tratamos de insertar la biografía del paciente en lo que ocurre, de hablar, de escuchar; intentamos el trato, el pacto".</span></div><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando hablan de resultados, no tienen dudas: "A nivel estadístico, algunos estudios internacionales indican que con este tipo de terapia -fármacos más tratamiento por la palabra- los resultados son un 50 por ciento mejores", asegura Pepe Eiras.</span></div><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Uno de los principales beneficios "es que el paciente está más conforme consigo mismo, sufre menos y sus síntomas le permiten vivir mejor", añade José María Álvarez. También aumenta su capacidad de relacionarse con los demás haciendo posible su salida de un centro psiquiátrico. Sin embargo, Gómez advierte de que "no todos los pacientes pueden hacer algo con su locura”. En este sentido, Eiras resalta que estas terapias requieren de un mayor compromiso por parte de los enfermos, lo que no es fácil de conseguir.</span><br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De todos modos, la práctica de la Otra psiquiatría se traduce no sólo en el estado de los pacientes sino en la dinámica de las instituciones y en el ambiente que se respira cuando se cruza la puerta de entrada. "Toén es hoy un hospital psiquiátrico moderno", insiste Eiras. <span class="pullquote" style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Salvo las rejas colocadas en las ventanas, nada hace recordar el rancio ambiente de esos viejos psiquiátricos tantas veces llevados al cine</span> en este complejo abierto en 1959 y en cuyo recorrido las sensaciones no distan mucho de las que surgen cuando se transita por cualquier centro hospitalario.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como en otras muchas instituciones psiquiátricas, Toén se regía en el pasado por un discurso cerrado, resistente al cambio y apegado a las normas. La influencia de la Otra psiquiatría ha provocado un giro que posiblemente ya no tiene retorno. "Los pacientes están más apaciguados y vivos; la institución se ha dulcificado", confiesa satisfecha pero con discreción Gómez, quien no tiene dudas de que el ambiente hospitalario tiene una repercusión en los enfermos.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero existen cifras y datos concretos. <span class="pullquote" style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Los pacientes necesitan menos medicación y, por ejemplo, en el último año la institución orensana ha ahorrado 20.000 euros en fármacos</span>. Se pueden externalizar un número considerable de pacientes y, de hecho, en los últimos doce meses han abandonado el hospital alrededor de 30 personas, algunas con 10 y 15 años de antigüedad; el caso más llamativo es el de un paciente que llevaba viviendo entre estas paredes 39 años. Prácticamente han desaparecido las contenciones mecánicas y se han reducido tanto los reingresos como los pasos al acto (intentos de fuga, consumo tóxico, etc.).</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">"Los pacientes toman sus propias decisiones"</strong></span></div><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Alcira Cibeira es una psiquiatra joven que hace dos años terminó su residencia en el Servicio de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Orense. Como los demás, en ese período de aprendizaje realizó una rotación de cuatro meses en Toén. "Todo el mundo trataba de que el mes de vacaciones coincidiese con esta rotación y estar lo menos posible aquí", reconoce esta especialista que ahora forma parte del equipo de psiquiatría de este centro. "Yo pensaba en pacientes crónicos, no rescatables, así que cuando Chus Gómez me llamó para que me incorporase al proyecto dije que no", recuerda. Pero cambió de opinión: "Me sorprendió su manera de trabajar, me quedé alucinada con su forma de tratar a un paciente conflictivo".</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cibeira asegura que se han producido muchos cambios, algunos muy sutiles y otros muy radicales: "Desde que algunos pacientes dejaron de beber de manera compulsiva hasta que ahora ellos toman sus propias decisiones, tienen más margen de maniobra". Hay que destacar que la Otra psiquiatría es una iniciativa con una vocación docente, ya que en los servicios hospitalarios de las instituciones públicas se forma a futuros especialistas en Psiquiatría y Psicología Clínica (MIR y PIR). Así, el Hospital Cabaleiro Goás imparte un seminario de psicoanálisis cada dos semanas, en el que participan prácticamente todos los residentes del área de Orense y también de otras áreas sanitarias próximas.</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><br />
<strong style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">'Loco' describe una manera de entender el mundo</span></strong></div><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="pullquote" style="line-height: normal; margin: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Los profesionales vinculados a la Otra psiquiatría abogan por la recuperación de algunos términos, una muestra más de una concepción distinta de la Psiquiatría</span>. Siempre se refieren a sus pacientes como "locos" porque defienden que es una palabra muy digna que atribuye a la persona una manera de entender el mundo. "Hablamos de loco, pero no en sentido peyorativo, sino para devolverle su dignidad", explica Chus Gómez.</span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo mismo ocurre con "histeria". José María Álvarez recuerda que es uno de los términos médicos y clínicos más antiguos de la historia de la humanidad y que el lastre que tiene de injurioso ha acabado con el concepto. "Sin embargo, es un término muy específico y que tiene una utilidad clínica indudable. Histeria quiere decir insatisfacción y la apuesta de una persona por seguir insatisfecha. Es una palabra que no tiene nada que ver con estar de los nervios o con que la vida te desborde y te pongas a gritar".</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="line-height: normal;"></span></span><br />
<div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"></div><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style="line-height: normal;"><strong>María Lagoa</strong>, Vigo</span></span></div><div class="Entradilla" style="color: black; font-weight: normal; line-height: 1.6em; margin: 0px 0px 1em; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style="line-height: normal;">Extraido del <a href="http://www.diariomedico.com/2008/07/28/area-cientifica/especialidades/psiquiatria/la-otra-psiquiatria">Diario Medico</a> del 28/07/2008 </span></span><br />
</div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-7849324944975951372011-12-20T01:23:00.000-08:002011-12-20T04:19:24.069-08:00Respuesta de la AEN frente al TAI<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><personname productid="La Asociación Española" w:st="on"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">La Asociación Española</span></personname><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> de Neuropsiquiatría muestra su claro desacuerdo con la noticia, difundida la semana pasada por Servimedia, en la que se afirmaba que “Los psiquiatras abogan por el tratamiento forzoso de pacientes graves”, y en las que se recogían unas declaraciones del presidente de <personname productid="la SEP" w:st="on">la SEP</personname>, el Dr. Jerónimo Saiz a favor de un cambio legislativo que regule el tratamiento involuntario de los pacientes con trastornos mentales graves.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> En enero de 2009 elaboramos un escrito en el que se realizaba un análisis de las distintas propuestas que se habían producido en relación a la legislación del tratamiento ambulatorio involuntario y se argumentaba porqué <personname productid="la AEN" w:st="on">la AEN</personname> se oponía a que se realizara una legislación específica en el ámbito civil destinada a regular el TAI para los enfermos mentales. Esta argumentación queda reflejada en el documento que se adjunta, pero en síntesis puede resumirse en:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">· El Retroceso Legal que supondría la aprobación del Tratamiento Ambulatorio Involuntario.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">· <personname productid="La Restricción" w:st="on">La Restricción</personname> de Derechos que ello supone.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">· <personname productid="La Alianza Terapéutica" w:st="on">La Alianza Terapéutica</personname> como eje fundamental del tratamiento.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">· Distraer la atención de los elementos relevantes para implicar en su tratamiento a las personas con trastornos mentales graves, que son, además del trabajo de la alianza terapéutica, la disponibilidad de servicios y equipos de tratamiento que trabajen asertivamente en la comunidad.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Desde el punto de vista técnico profesional, los análisis de las experiencias existentes en el mundo anglosajón (USA, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Israel,…) son claramente contradictorias. En <personname productid="la Revisión Cochrane" w:st="on">la Revisión Cochrane</personname> (2006) sobre el Tratamiento Obligatorio en <personname productid="la Comunidad" w:st="on">la Comunidad</personname> (por orden judicial) y el Tratamiento Ambulatorio no Voluntario para personas con trastornos mentales graves, las conclusiones muestran que “no se han encontrado pruebas que sugieran que el tratamiento obligatorio en la comunidad puede constituir una alternativa a la atención estándar”. Señalan además como la legislación en esta área puede ir en detrimento de intervenciones más beneficiosas para las personas con trastorno mental grave como el Tratamiento Asertivo Comunitario o el Case Management Intensivo, que han demostrado su eficacia en revisiones sistemáticas, pero que son más costosas”. Así mismo, las evaluaciones publicadas sobre experiencias como <personname productid="la Ley Kendra" w:st="on">la Ley Kendra</personname> son metodológicamente poco rigurosas, ya que carecen de grupo de control, y no distinguen el efecto que supone que la medida legal tiene que ir acompañada necesariamente de la financiación de la provisión de servicios integrales, la mayoría de las veces del tipo de Tratamiento Asertivo Comunitario.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En este mismo sentido, el documento elaborado desde la confederación FEAFES de asociaciones de familiares y personas con enfermedad mental, y la contestación a la noticia mencionada, se pronuncia en un sentido similar, resaltando que lo realmente relevante y necesario es la provisión de unos servicios integrales adecuados y suficientes para garantizar la atención individualizada de las personas con trastornos mentales graves.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En consecuencia, <personname productid="la AEN" w:st="on">la AEN</personname> reitera su total oposición a cualquier cambio legislativo en este campo, y quiere señalar que los esfuerzos de las Administraciones deben centrarse en garantizar la existencia de unos servicios comunitarios integrales adecuados y suficientes para las personas con trastornos mentales graves.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><strong>Maria Fe Bravo Ortiz</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Psiquiatra. Presidenta de <personname productid="la AEN" w:st="on">la AEN</personname></span></span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-39803662026163876892011-12-19T04:32:00.000-08:002011-12-21T08:47:47.534-08:00Otro artículo contra el TAI<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Otro artículo contra el Tratamiento Ambulatorio Involuntario, eufemismo políticamente correcto de MEDICACIÖN FORZOSA CONTRA LOS ENFERMOS MENTALES.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Además de persona diagnosticada de cosas que empiezan por "esquizo", y entre otras cosas, me considero investigadora. Cierto que la fiabilidad y validez de mis estudios no son excesivemente altas en términos positivistas, desde el enfoque metodológico cuantitativo. La población estudiada se reduce a mi persona, y algunos amiguetes con quien he tenido el placer de charlar durante los últimos años. Pero si movemos un poco el enfoque, y si tenemos en cuenta que a las ciencias sociales (y creo que las ciencias que tratan del sufrimiento psíquico humano lo son)el positivismo, y ya no digamos el biologicismo, les acaba por quedar escaso, más pronto que tarde.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Así que desplazamos el enfoque y nos acercamos a métodos más cualitativos, subjetivos incluso, ya no es un crimen hablar de subjetividad en psicología. (Porque si no hablamos de subjetividad en psicología, ¿de qué pretendemos hablar?). Desde un punto de vista más cualitativo, se me ocurren cosas. Por ejemplo pensar en la cantidad de brotes-viajes-emergencias-desterritorializaciones, y los nombres que se os ocurran, que me tocó experiemntar durante los últimos diez años, así a bulto. De lo que aprendí con ellos, y sobre todo acerca de ellos. Que remiten, que se identifican con un poco de experiencia, que como mejor se pasan es con cariño y sin alarma. Que tienen sus días super duros y que en algunos de estos no me hubiera importado empastillarme un poquito sino fuese porque sé que la mayoría de psiquiatras no acaban de entender lo de un poquito (de cantidad, de tiempo...), y no apetece discutir con ellos, y menos en pleno viaje donde no me fío ni de mi madre.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> A veces se aprende de la negación, de no saber nada excepto lo que no se quiere. Y yo no quiero la versión oficial, yo no quiero que me engañen diciéndome que lo que me pasa es crónico, y discapacitante, porque no es cierto. En mi caso no es cierto. Y si no es cierto en mi caso, puede no serlo en tropecientos casos más. Y si a mí me funciona este sistema, puede funcionarle a muchísimas personas más. Y si funciona en Finlandia, con el señor HAIKKULA y otros muchos que alguien irá poniendo en los comentarios, puede funcionar aquí. Y para eso hace falta investigación, y para investigar hace falta valor. Valor en la apuesta financiera, pero valor también en la apuesta epistemológica, valor en las connotaciones éticas de lo que se investiga, valor para afrontar riesgos y eliminar sufrimientos de la forma menos agresiva posible. ¿Qué sentido tiene cambiar un sufrimiento por otro? ¿Qué sentido tiene que se anuncie una medida como el TAI, supuestamente terapéutica, y a nosotros los diagnosticados se nos pongan los pelos como escarpias sólo de pensarlo? ¿Qué sentido tiene multiplicar el estrés para sufrimientos que precisamente se disparan con el estrés? ¿Puede ser el estrés de una medida terapéutica violenta? ¿Puede ser la violencia terapéutica? </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> El TAI no soluciona nada, excepto quizá las cuentas de las industrias farmacéuticas, que tampoco acaban de dar pena, por qué no decirlo. Desde luego a los destinatarios no nos arregla nada, como no sea despertarnos terrores suicidas para defendernos de la indeseable escena de que un día vengan a nuestra casa blandiendo una jeringuilla cargada y no sepamos, en medio de la psicosis, si vienen a matarnos o a convertirnos en mutantes, que para el caso, para algunos casos, es parecido. Dejando a un lado metáforas de pesadilla, que es lo que provoca la idea del TAI a fin de cuentas, entraríamos en el tema de los derechos.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Si os digo la verdad, no sé muy bien cuáles son las motivaciones de los organismos internacionales (ONU, por ejemplo) para que en el año 2006 hayan decidido que las personas con discapacidad somos tan personas como las otras. No sé por qué entonces y no antes, pero sé que ese año se redactó una Convención Internacional de los Derechos de las personas con Discapacidad, con carácter vinculante, que insta a los estados miembros a adoptar medidas en la dirección del empoderamiento, de la libertad de decisión, de la igualdad efectiva con el resto de personas. Una convención que supone un cambio de paradigma, del modelo médico-rehabilitador al modelo social, basado en la ciudadanía y su ejercicio pleno, basado en el reconocimiento de los derechos de estas personas en igualdad de condiciones que las demás. Vale que este tipo de textos a menudo se quedan, en casos particulares, en mera declaración de buenas intenciones, pero que posteriormente a su redacción y ratificación por parte de los Estados miembros se esté pensando en ignorarla por ley, mediante perversos argumentos que pretenden su violación disfrazada de terapia me parece un insulto a la dignidad de todas las personas para las que se redactó, personas para las que esta Convención supone un rayito de esperanza para tantos siglos de oscurantismo, paternalismo e institucionalización.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Seguiría escribiendo argumentos contra el TAI, pero me daría la sensación de repetirme. En realidad ya lo estoy haciendo, pero la pedagogía es disciplina lenta, que necesita de la técnica de la repetición para consolidar sus objetivos. Mi objetivo es que quede claro que el TAI no es una medida terapéutica, sino represiva. Represiva de estados mentales que no siempre son tan terribles como se ven desde fuera, pero también represiva de derechos y libertades, represiva de alternativas científicamente progresistas, represiva de los elementos mínimos de cualquier terapia que se precie de serlo, uno de los cuales, si no estoy mal informada, es la alianza terapéutica. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Aliarse contra el TAI es una buena alianza terapéutica.</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Escrito por </span><a href="http://esquizoque.blogspot.com/"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Etiquetada</span></a>.</div><div class="post-footer-line post-footer-line-1" style="border-top: rgb(153,119,136) 1px dashed; font-family: "Trebuchet MS", Trebuchet, sans-serif; line-height: 1.6; margin: 10px 0px 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 10px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-73158262945527659562011-12-16T03:24:00.000-08:002011-12-16T03:26:09.274-08:00Respuesta de la SECCIÓN de PSICOANÁLISIS de la AEN al TAI<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><personname productid="La Sección" w:st="on"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">La Sección</span></personname><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"> de psicoanálisis de <personname productid="la AEN" w:st="on">la AEN</personname> se suma a la iniciativa de crear una comisión </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;">para el seguimiento de este “incidente” de los Laboratorios Janssen.</span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Forzar a un tratamiento inyectable, el que sea, es desconocer las vicisitudes de la clínica de un sujeto psicótico, con cuya voluntad y deseo es imprescindible contar. En la práctica cuando a un sujeto-paciente se le somete a un tratamiento forzoso por imperativo legal, el resultado es que éste no acuda a la cita de su tratamiento. Y si lo forzamos con la amenaza de los jueces, la respuesta es la misma. El sujeto sabe con quien se las gasta y una y otra vez desiste. Si no contamos con el consentimiento del paciente jamás habrá penetración en las claves de su “locura”. Y si es así estamos perpetuando la condición de Flic-psiquiatras o psiquiatras policías que ya se denunció en los años setenta.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vuelven los auspiciadores de la psiquiatría-gendarme, reaparecen los psiquiatras agentes de una justicia imposible de ejecutar ya que la locura de cada uno no es asimilable al discurso ordenancista de los jueces. Los jueces desisten de juzgar lo que es imposible por estructura de entender y en consecuencia juzgar. Por ello recurren a la psiquiatría-política para enderezar a los sujetos-psicóticos que simplemente disienten de los discursos de los amos y expresan con su delirio la verdad de su disidencia. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por otra parte, toda la consideración para la investigación en el campo de la psiquiatría biológica, pero atención a <personname productid="la Biología" w:st="on">la Biología</personname> que sirve a los intereses espurios y bastardos de las multinacionales de los psicofármacos que engrosan las arcas de sus consejos de administración.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los psiquiatras no deben jugar el papel de correa de transmisión de los jueces si estos se topan con la imposibilidad de juzgar e intervenir violentamente con un sujeto-paciente. Su lugar no debe ser venir a suplantar el vacío de la justicia y ocupar la impostura de juzgar e intervenir “terapéuticamente” sobre un sujeto que no otorga su consentimiento y rechaza la acción de otro agente del que desconoce su intencionalidad.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si el sujeto-paciente–psicótico<span style="mso-spacerun: yes;"> h</span>a conculcado el orden establecido en la estructura social, y hace imposible la convivencia, sea social o familiar, habría que habilitar Residencias Asistidas donde alojarle y darle un lugar en el que pueda aceptar la intervención de un terapeuta que le respete en su subjetividad y le ofrezca la posibilidad de la escucha de su discurso en el que pueda articular algo de las claves de su singularidad con la que opera para atemperar lo Real que le invade. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La medicación solo puede intervenir como mediador para que el sujeto pueda ceder en su imposibilidad de articular la palabra a su sufrimiento o lo que es lo mismo, articular su palabra a lo real de su goce-sufrimiento en su diálogo con el terapeuta.</span></span></div><br />
<strong><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Enrique Rivas </span></strong><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Psiquiatra y Psicoanalista (Responsable de la Sección de Psicoanálisis de la AEN)</span>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-36117667626699563182011-12-15T03:40:00.000-08:002011-12-21T08:45:20.796-08:00JERÓNIMO I DE JABUGO<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-origin: initial; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br />
Era el reino de Jabugo, pequeño y peludo, como el burro de Juan Ramón (Jiménez). Constaba su real censo de 2500 habitantes y muchísimos visitadores médicos, muchísimos pero muchísimos, venidos de reinos aledaños para gozo de propios y acojone de extraños. No se extrañen pues cuando les cuente que era el tal reino un lugar próspero en negocios especulativos. A falta de materia prima, a falta de materia a secas, habíasele dado a los jabuguenses, con Jerónimo I a la cabeza, por sostener la extraña teoría de que abundaban los cerebros enfermos, o enfermedades del cerebro, para las que no se conocía foto de virus, molécula ni organismo vivo alguno que probase su existencia. No constituía esta carencia palpable motivo alguno de contradicción entre los jubilosos jabuguenses, que trabajaban de pluriempleados como publicistas para el rey Jasón (pronúnciese Yansen), propietario de una próspera industria, un poco de capa caída a tenor de los últimos acontecimientos, que entre otros productos fabricaba píldoras de engorde y adormecimiento, cualidades que había logrado reunir, en un alarde de ingeniería industrial, en un sólo producto.<br />
<br />
La reconversión industrial de Jabugo condenaba a sus eméritos habitantes, todos muy cualificados, a desempeñar labores menores de recetaje-exprés, y habíalos quienes comenzaban a pensar en invertir capital humano y no tan humano en empresas de seguridad y orden público. Pero no dejaban de ser planes a largo plazo. Para el goce del instante, para garantizar una supervivencia holgada y una pacífica cohesión social caiga quien caiga estaban a la sazón negociando con Jasón la campaña de distribución del susodicho fármaco/píldora o jamón (la documentación es confusa a este respecto), para lo cual se organizó un congreso monográfico.<br />
<br />
Las conclusiones del congreso fueron poco menos que sorprendentes, se decidió por unanimidad una petición pública de compra y administración forzosa del producto, hecho de escasos precedentes si no tenemos en cuenta una cierta alarma social a propósito de un modelo de vacuna contra la gripe que finalmente no contó con el suficiente apoyo para su implantación sí o sí.<br />
<br />
A día de hoy, una oleada de indignación contra la agresividad de la campaña publicitaria recorre el espinazo de pequeños pero compactos y bien avenidos reinos adyacentes. La belicosidad del reino de Jabugo en materia publicitaria es proverbial, años de experiencia les avalan. Especializados en la venta de ilusiones clínicas, con profusos manuales publicados en prestigiosos chiringuitos internacionales, se sabe que no se arredran fácilmente. Queda por ver si gozan todavía de la fidelidad de su aval más importante: los clientes potenciales. Una campaña de desprestigio sin precedentes siguió a la presentación del nuevo producto. La competencia, aliada con la clientela, hastiadas ambas de los mecanismos agresivos de Jerónimo y su departamento de recursos humanos, han hecho público su rechazo y amenazan con no enfermar del cerebro nunca más. Actualmente se está realizando un minucioso casting en las agencias de calificación de jabuguenses, con la finalidad de bajar la prima de riesgo hasta límites insostenibles para la supervivencia de los negocios que allí se dan cita, llegando al extremo, si las dolorosas circunstancias lo requieren, de un crack financiero que erradique de una vez por todas el cáncer especulativo.<br />
<br />
Numerosas páginas huevo de todo el mundo están en estos momentos haciéndose eco de la noticia, permanezcan atentos a sus pantallas, siempre será más saludable que hacer turismo en las inmediaciones de Jabugo. Noticias de última hora confirman que su Majestad Jerónimo I tiene problemas para conciliar el sueño expansionista con la obstinada realidad".<br />
<br />
Laura Piñeiro <br />
Persona diagnosticada</div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-44038206990970501032011-12-14T10:42:00.000-08:002011-12-15T03:45:02.716-08:00ANOTA AHÍ... NO TAI<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con el revuelo montado, los ánimos encendidos y los indios gritando Jerónimo todos nos apuntamos al carro de no al TAI. A veces uno se fía de los colegas de siempre, de los camaradas de trinchera y si hace falta de un amigo de un primo de un cuñado que te dijo un día que también era del madrid. Si no al TAI no al TAI, eso tiene mala pinta. Pero claro uno también se pasea y se codea con los del otro lado e incluso con los que se dejan de lado. Esos miles de psiquiatras y psicólogos que simplemente trabajan y no tiene mucho tiempo para contemplar lo político de su acción o las vicisitudes de las corrientes de opinión. Y esos me están susurrando al oído, sin malicia ni inquina, oye pero es que yo tengo dos pacientes que les vendría de perlas un pinchazo obligatorio. Y te vas acordando de los fregaos de las trincheras, de las unidades de agudos, de los jueces, de las familias desesperadas y de ese paciente que te vino a decir algo y que al día siguiente se tiró por la ventana. Y por un segundo titubeas, amenazas con cambiar de acera, aunque sea en la oscuridad de la trinchera. Pero no, cojones que no. Sabes de sobra que no hay nada peor que el miedo y la desesperación para tomar una decisión. Sabes de sobra que un psiquiatra no está para legislar, imponer castigos ni torturar síntomas. Seguro que habrá pacientes que se podrían beneficiar de un pinchazo por ley pero el sacrificio político es tal que se tendrán que aguantar. El sacrificio es de tal magnitud que un día obligas a alguien a pincharse y al día siguiente cambias algunos diagnósticos para poderles pinchar también y cuando te quieres dar cuenta estas pensando invadir Portugal a golpe de Depot. Porque no se trata solo de la dignidad de las psicosis, la elección del sujeto y el goce del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sinthome</i> ni son sino de convertir a la psiquiatría en un verdadero sumidero de la libertad. Un agujero por donde recoger los restos de pedazo de cualquier tipo de convivencia democrática y empezar a TAIar otro monolito de los de siempre. De esos tipo uno, grande y libre. Es decir rígido, inamovible y asesino.</span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><br />
<strong><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Javier Carreño</span></strong><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Psiquiatra-Psicoanalista. Vigo</span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-49417604888288741492011-12-13T01:19:00.000-08:002011-12-13T12:26:26.397-08:00NOTA DE PRENSA<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Lucida Sans Unicode"; font-size: 14pt;"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> Desde distintas plataformas y asociaciones de usuarios, familiares y profesionales de salud mental queremos expresar nuestro rechazo e indignación hacia las declaraciones del Dr. Jerónimo Sainz, presidente de <personname productid="la Sociedad Española" w:st="on">la Sociedad Española</personname> de Psiquiatria, abogando por la implantación de un tratamiento farmacológico involuntario y por orden judicial a aquellas personas que han sido diagnosticadas de trastorno mental.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Creemos que las principales medidas para garantizar el tratamiento de las personas diagnosticadas de trastorno mental es el desarrollo de Unidades de Salud Mental completas, como establece <personname productid="la Estrategia" w:st="on">la Estrategia</personname> del Sistema Nacional de Salud, en las que se trabaje desde posiciones que prioricen la escucha, el acompañamiento, la complicidad y aquellos aspectos terapéuticos que favorezcan la inclusión social y la reestructuración identitaria del afectado y su biografía. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> El Tratamiento Ambulatorio Involuntario es un motivo más que pone en evidencia la perpetuación de ciertas medidas coercitivas más propias de lógicas manicomiales -teóricamente superadas- que de abordajes propios del siglo en el que estamos. Pues entendemos que en esta época del individualismo colectivo, más que nunca, el abordaje terapéutico debería reforzar los vínculos, el compromiso y las relaciones que puedan generarse entre los distintos afectados en la evolución de un trastorno mental.</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> En esta misiva insistimos en que la aplicación de tratamientos involuntarios generalizados es claramente incompatible con <personname productid="la Convención" w:st="on">la Convención</personname> de <personname productid="la ONU" w:st="on">la ONU</personname> sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2007 y por tanto de obligado cumplimiento en nuestro país.</span><br />
<span style="font-family: Arial;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Raúl Velasco (Radio Nikosia) + La Otra Psiquiatría</strong></span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>ADHESIONES:</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">ADEMM</span><br style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;" /><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">FECAFAMM</span><br style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;" /><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">Comité de ética de FCCSM</span><br style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;" /><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">AIXEC</span><br style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;" /><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">SARAU</span><br style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;" /><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">Radio Nikosia</span><br style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;" /><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">La Otra Psiquiatria</span><br style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;" /><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545;">Fundación EL DRAGO</span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="background-color: white; color: #454545; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Plataforma No Gracias</span></span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-32705814916758205672011-12-10T03:10:00.000-08:002011-12-13T03:46:49.590-08:00LA DERIVA DE LA PSIQUIATRÍA HACIA LA NADA: EL NAUFRAGIO DE UN SABER<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify; text-indent: 36pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Hay reuniones, tertulias, congresos, simposiums, presentaciones, jornadas y seminarios. Desde otro punto de vista, todas ellas pueden corresponder a casualidades, premeditaciones, afinidades e intersecciones.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Y luego están las otras cosas. Por ejemplo, la coincidencia entre el consejero director de desarrollo de negocio y relaciones institucionales (largo nombre) de un laboratorio farmaceutico y un jefe de servicio de psiquiatría. Son, digamos, dos personas que pasaban por allí y que coinciden. Y, como si de una propiedad emergente se tratase, surgen dos ideas que también coinciden, es decir, el tratamiento ambulatorio involuntario y un novedosísimo tratamiento neuroléptico depot.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> Lo primero es una coincidencia entre dos personas y Rof Carballo le llamaría un encuentro. Yo no me atrevo a tanto aunque sí creo que cuando uno busca, pues encuentra. Lo segundo es una coincidencia mix: entre tratamiento y sentencia judicial, de un lado, y entre un fármaco y una nalga (o un deltoides), de otro. Todo muy dispar, diría yo, a primera vista.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> Bien, en todo caso hay encuentros y coincidencias. Desde ellos surge el mensaje, que viene a ser de tipo <i>redondo</i> porque todo <i>cuadra</i> (obsérvese la disparidad geométrica): los locos no quieren tomar tratamiento, les ponemos una inyección cada dos semanas y asunto resuelto. Luego, claro está, la cosa se adorna. No podía ser de otra manera ya que, de lo contrario, todo parecería demasiada casualidad y a la gente a veces le da por sospechar. Por ejemplo, a tomar la medicina le llamamos “adherencia”. A que el loco diga que no está loco le llamamos “conciencia de enfermedad”. A los locos les aplicamos la estadística y nos sale que entre el 50 y el 70% pasa de las pastillas, perdón, quiero decir, no tienen adherencia. A ponerle la inyección aunque no quiera le llamamos tratamiento ambulatorio involuntario y al tratamiento ambulatorio involuntario le ponemos unas siglas, T.A.I. Y, finalmente, nos queda que un consejero director de desarrollo de negocio y relaciones institucionales de un laboratorio farmaceutico y un jefe de servicio de psiquiatría han tenido un <i>encuentro</i> productivo lo cual no deja de ser una feliz <i>coincidencia</i>.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> Se apagan las luces, se cierran los micrófonos, el acto de presentación de un fármaco llamado Xeplion termina y este final aspira a que nada pueda ser ya dicho porque es un final surgido de un encuentro (afortunado) y una coincidencia (feliz). </span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> Y sin embargo, esa nada a la que aspira el final de este tipo de discursos es el naufragio de un saber.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> Los pacientes psicóticos niegan con frecuencia estar enfermos. Es, de alguna manera, lo que los hace irreductibles, la esencia misma de la locura. Desde el nacimiento de la psiquiatría esta característica le ha obligado a transitar en el ejercicio de la clínica a través del conflicto, de la dificultad. Pronto aparecieron tensiones entre una tarea custodial el enfermo frente a una tarea terapeutica. O entre las aproximaciones más medicalizadas y aquellas más psicologizadoras. Tensiones entre la dimensión subjetiva de un enfermo y la pretensión objetivizadora de la enfermedad. En definitiva, si la esencia de la locura es que no se reconoce como tal, la esencia de la psiquiatría es la de un saber atravesado por la ética. Por eso, ante la disidencia que plantea el loco a una sociedad democrática, la respuesta que da tal sociedad es un marcador de sus valores. En el fondo lo que estoy afirmando es que una manera de conocer a una sociedad determinada es analizando cómo gestiona y cómo trata aquello que siempre ha sido a lo largo de la historia de ser susceptible del estigma, los prejuicios y la injusticia. La locura y los locos son un tipo de estos marcadores sociales, por mucho que el empeño vaya en sentido contrario, quiero decir, en encontrar un marcador de la locura. La locura es, en sí misma, un marcador.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> El tratamiento ambulatorio involuntario es una exigencia que una sociedad hace amparada en el sistema judicial a los locos: que se mediquen. Es una exigencia planteada a personas de las que se dice que no tienen conciencia de enfermedad y razonada por el sufrimiento que las psicosis generan tanto a los pacientes como a sus familias. Y es una exigencia realizada argumentando que la medicación cura este tipo de enfermedades. Este tipo de mensajes pasan de puntillas por dos cuestiones de gran calado, la del sufrimiento y la de la cura y por ello parece permisible hablar de exigencia. Son dos aspectos problemáticos y supongo que opinables. Sin embargo, lo que no es opinable es el incumplimiento sistemático por parte de la administración sanitaria de los sucesivos planes y proyectos relacionados con la salud mental. Tampoco es opinable que la psiquiatría siempre ha estado en una situación de inferioridad respecto a otros problemas de salud y que, desgraciadamente, la dejadez y la desidia han sido demasiado frecuentes. Creo que no es opinable (porque forma parte del saber de la psiquiatría) que existen intervenciones de tipo psicosocial que son eficaces en la aproximación a la locura. Y que casi todos los libros, hasta los que firman los jefes de servicio de psiquiatría que tienen encuentros y coincidencias con los consejeros directores de desarrollo de negocio y relaciones institucionales, dedican un capítulo o unos párrafos a las mismas. Este tipo de intervenciones alivian el sufrimiento y estabilizan la locura. En mi opinión, cuando se implementan de una manera adecuada, dicen también cosas de la sociedad y de sus gobernantes. Por ejemplo, dicen, que aunque sean costosas, los sistemas públicos de salud han estado dispuestos a cubrir las necesidades de las personas. También dicen que los atajos en este tipo de cuestiones no deben ser la norma y menos si hay aspectos éticos en juego. Por el contrario, si una sociedad gestiona la locura únicamente obligando a una medicación y otorgando una paga, mientras afirma que este es el remedio para curar a los pacientes y mitigar el sufrimiento, lo que inicia es un viaje hacia la nada.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> O, en otras palabras, el tránsito a través de una gran mentira, aquella que estipula que entre la psicosis y la imposición judicial de un fármaco no existe ninguna alternativa. Y que, por ello, nada (excepto una jeringuilla y un algodón) se le puede exigir a la administración sanitaria en el trato con el loco.</span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; text-align: justify;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Ramón Area.</b> Psiquiatra en el Hospital de Conxo (Santiago)</span></span></div><div class="MsoNormal" style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: small;"> </span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-51154329210377831502011-12-08T01:35:00.000-08:002011-12-13T03:55:08.957-08:00EN DEFENSA DE LA SUBJETIVIDAD<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">"Lo que es común a todas las cosas y se encuentra igualmente en la parte y en el todo, no constituye la esencia de cosa alguna singular".</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Proposición XXXVII de la "Ética" de Spinoza.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Hace varias semanas me topé, de una manera un tanto fortuita, con textos y artículos de muy diversa índole que me llevaron a reflexionar sobre el tema que nos convoca para el 2º foro de la ELP: "Las servidumbres voluntarias". Mi primer pensamiento fue en torno a nuestra época que dista bastante, al menos en apariencia, de la que vivió un jovencísimo Étienne de la Boétie cuando escribió su "Discurso de la servidumbre voluntaria" en un agitado siglo donde comenzaban a cuestionarse las tiranías y los abusos del poder que impedían las libertades del individuo. Una de sus conclusiones al preguntarse por qué permanecían los tiranos en el mando la sitúa no tanto del lado de la fuerza de este sino de la sumisión del pueblo que consiente: "No se trata de quitarle nada sino de nada darle" es lo que nos propone el autor como un modo de resolución a la servidumbre.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Desde entonces se han sucedido muchos logros y conquistas en el ámbito de lo colectivo, elegimos a nuestros gobernantes y sin embargo estamos más serviles que nunca con el engaño de creer que no consentimos a las servidumbres contemporáneas siendo una de ellas no querer saber, fundamentalmente no querer saber sobre uno mismo. El amo moderno no tiene rostro, está amparado por la ciencia que en su alianza con la técnica nos conduce a sepultar lo más propio de cada uno.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Como refiere Javier Peteiro en su reciente libro "Se abre así un camino hacia un autoritarismo científico que dirá lo que es bueno, lo que es malo, y no sólo lo que debemos hacer sino incluso como debemos ser desde la manipulación genética y conductista" o como señala la editorial de la revista Archipiélago nº 20: "Entre los dispositivos retóricos más eficaces que pone en marcha el discurso científico, están aquellos destinados a crear el efecto de realidad, a construir la ilusión de que la ilusión así fabricada es la realidad misma".</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Que propone el psicoanálisis y que se espera de él?</strong> </span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Dar cabida al sujeto del inconsciente, uno por uno, para que a lo largo de su cura se haga cargo, responsable, del goce puesto en juego en sus síntomas, en sus repeticiones, en sus actos y a partir de esta particularidad, la suya propia, apueste por un deseo decidido. Para dar cuenta de esta propuesta hay, entre otras, dos fórmulas: mostrar nuestra práctica y desvelar lo que sucede a nuestro alrededor como el cuento del traje del emperador, en este caso se trataría del cuento de la ciencia que consiste en reducirlo todo a un sustrato neurobiológico en donde la causalidad psíquica no es más que una ficción.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> A continuación voy a referirme a tres ámbitos que reflejan la manipulación de este Amo sin rostro al excluir el efecto de la enunciación y no tener en cuenta la subjetividad .Resulta más complejo no consentir a aquello que viene avalado por la ciencia o compromete nuestra seguridad y es precisamente en este terreno donde creo que hay que señalar desde el psicoanálisis, desde su acción y la política del mismo.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> La falsa ciencia: En la revista "Clínica y salud. Investigación empírica en Psicología", en un número monográfico sobre Psicosis y esquizofrenia quiero destacar un artículo, "ESQUIZO-Q: Un instrumento para la valoración del Alto riesgo psicométrico a la psicosis", que va en la línea de la investigación que predomina hoy en día: diagnosticar de forma precoz un trastorno psicótico y tomar las medidas oportunas, fundamentalmente medicar y reeducar, antes de que se produzca un desencadenamiento. Se están diseñando diferentes instrumentos de autoevaluación para detectar la propensión a la psicosis, lo que en la literatura se conoce como paradigma de "alto riesgo psicométrico" (Lenzenweger, 1994). El ESQUIZO-Q es una de estas herramientas de autoevaluación que consiste en diferentes ítems sobre las ideas, los afectos y el modo de relacionarse, que va rellenando el adolescente y puntuándose para luego ser validado por un experto. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Pretende ser un marcador de riesgo para la esquizofrenia "y poder ser utilizado como método de cribado psicopatológico en población adolescente en una amplia variedad de contextos: clínicos, educativos y de investigación". </span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> El mandato a la felicidad: "Soma para todos" es un artículo que encontré en "El País" de Manuel Rodríguez Rivero donde a propósito de su insomnio nos habla de como nuestra sociedad no permite las miserias de lo cotidiano como la tristeza o la desgana pasajera, siendo imperioso buscar una pronta solución como por ejemplo acudir a la química que nos adormece para continuar con el ritmo exigido, no nos podemos detener ni un solo minuto por que se nos señalará como infelices. Esta actitud evoca en el periodista a los ciudadanos del Estado Mundial de "Un mundo feliz" (Huxley 1933) cuando recurrían "al ubicuo soma para combatir el tenue vacío que experimentaban de vez en cuando". También menciona la versión moderna de este fallido mundo feliz que se puede ver en un video de "YouTube" titulado "El marketing de la locura". En este video se pueden observar las estrategias de marketing de las grandes multinacionales de la industria farmacéutica para hacernos creer que un malestar es una enfermedad grave, un trastorno mental, que precisa ser tratado adecuadamente. Esta argumentación va acompañada por el cortejo cientificista al uso: la complicidad de autoridades reconocidas en la materia y estudios en revistas de prestigio. El resultado es que se ha triplicado el consumo de ansiolíticos, antidepresivos y el diagnóstico de trastorno bipolar en la infancia.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Protocolizar no es sin consecuencias: Una mañana escuchando la radio me atenazó una noticia que empieza a ser cada vez más habitual. Hacían recuento de las víctimas por violencia de género en lo que llevamos de año resaltando que tres de ellas tenían las pulseras de alarma y aunque habían sido activadas no sirvieron para evitar el fatal desenlace. Lo que llamó mi atención es el modo en que hacen la selección para protocolizar si se trata de un riesgo bajo, medio o alto: Unos funcionarios van rellenando con crucecitas diversas situaciones como por ejemplo si ha habido antecedentes previos de agresión por parte del supuesto maltratador, denuncias, etc., sin tener en cuenta en ningún momento cual es el relato, el modo de decir, puesto en juego. Una vez finalizado el cuestionario se pasa por una máquina que determina el posible riesgo. Estas tres mujeres estaban catalogadas como bajo riesgo.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Tras esta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">melange</i> de artículos y noticias tuve un hallazgo sorprendente con unos textos que a pesar de los años transcurridos son muy acordes con los tiempos y el debate de nuestro próximo foro. En la revista Serie Psicoanalítica 2/3 aparece un artículo de José Ortega y Gasset "Psicoanálisis, ciencia problemática " del libro "Ideas y Creencias" donde se pregunta hasta que punto hay ciencia en el descubrimiento del inconsciente concluyendo que se trataría de una ciencia periférica, que no es verdadera pero tampoco falsa, siendo por tanto un problema lógico. Ya desde su comienzo destaca la hegemonía de la Ciencia como el nuevo oráculo: "Como el hilo rojo que va por dentro de todo cordaje usado en la escuadra inglesa, la continuidad de la verdad, la continuidad de la ciencia penetra por todas las épocas culturales, sirviéndole de norma y señal de reconocimiento". A continuación de este artículo nos encontramos con "Discurso Psicoanalítico, Discurso Científico: comentarios a partir de Ortega y Gasset" de Jorge Alemán en donde partiendo de la difícil tarea del pensar hace un minucioso recorrido de la tesis de Lacan sobre El inconsciente estructurado como un lenguaje desde diferentes perspectivas para dar cuenta que "aunque el psicoanálisis no es una ciencia, su teoría no hubiese sido posible sin los hechos que dieron lugar a la racionalidad científica". </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> El psicoanálisis, de una u otra manera, esta concernido por la ciencia, no estamos de espaldas al mundo sino en él, y como señala Alemán en el final de este artículo es pertinente "mostrar que el psicoanálisis en su problemática remueve cuestiones sobre la lengua y el sujeto que la habita, que la ciencia prefiere evitar".</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> La clínica siempre nos trae reflexiones y es en este sentido que me pregunto, tras escuchar a dos mujeres y sus dichos, por la otra servidumbre no voluntaria que concierne al goce y tiene al síntoma como aliado.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Se trata por un lado de una mujer sometida a la materialidad pura del significante que en sus relaciones con los otros se ve avocada a insultar llevando a la literalidad su dicho "si me buscan la boca". La otra mujer con conflictos permanentes con su partenaire como un modo de no dar cuenta del No hay relación sexual discute con él porque le dice que el trabajo de ella es muy esclavo y mientras relataba esto en su sesión deslizó una pregunta "¿De que clase de esclavitud se trata?, pregunta que solo es posible que emerja si se le da un lugar a la subjetividad que porta la palabra. En ambos casos, según la particularidad de cada estructura, es posible ir trabajando sobre la implicación del sujeto en aquello de lo que padece siendo una manera para no condescender a la servidumbre.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><strong><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ana Castaño</span></strong></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Psiquiatra y Psicoanalista. Jefa del SSM Moratalaz-Vicálvaro en Madrid. </span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Miembro de la ELP y AMP</span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-69378100813794784552011-12-04T03:05:00.000-08:002011-12-13T03:55:45.093-08:00¡ABRA LA BOCA, PERO NO DIGA NADA!<div style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman";"> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> La tradicional e idealizada imagen del médico que, obedeciendo tan solo al noble juramento hipocrático, pone todo su empeño en la curación del enfermo o en el alivio de su dolor, quedó definitivamente cuestionada a partir de las dos tragedias que conmovieron el siglo pasado: el totalitarismo nazi y el soviético. Tanto en uno como en otro la participación, o mejor dicho la confabulación, de la medicina con las prácticas más abyectas de los campos de concentración y exterminio debería haber bastado para arrojar sobre ella una indisimulada e irreversible pátina de vergüenza. La barbarie fascista fue el resultado de una conjunción de ingredientes demoníacos que, combinados en el mortero de ciertas condiciones políticas, dieron lugar a una experiencia cuya perversidad no conoció antecedentes comparables. El discurso científico-técnico, aliado con la medicina, la lógica productiva de los mecanismos industriales y un sistema burocrático administrado con recursos infinitos, se aliaron para encarnar el Mal más absoluto que la historia de la humanidad haya conocido nunca. Muchas fueron y siguen siendo las conciencias que se preguntan si aquello podría volver a suceder, y la respuesta es improbable, como tan impredecible es el futuro. Pero conviene tener muy presente el pasado, tan inmediato en la vivencia europea, para estar advertidos de que la época es propicia para el advenimiento de nuevas formas de fascismo, que tal vez no asuman la figura desnuda de la barbarie, pero que comienzan a asomar, animadas por una atmósfera económica, social y política, la cual esté probablemente generada por esas mismas fuerzas que se agitan en la penumbra, y que ya comienzan a mostrar sus primeros signos.</span></span></div><div class="Cuerpo" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.45pt 70.85pt 106.3pt 5.0cm 177.15pt 212.6pt 248.05pt 283.45pt 318.9pt 354.35pt 389.75pt 425.2pt 460.65pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Hace pocos días hemos sido sorprendidos por la noticia de que los laboratorios Janssen han sacado al mercado un producto antipsicótico denominado “Xeplion”, cuyo componente activo es un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">palmitato de paliperidona, </i>y que se promociona como un medicamento que, administrado en una dosis al mes, “consigue aumentar la adherencia del paciente al tratamiento y eliminar los efectos secundarios", según palabras del director de Relaciones Institucionales y Nuevos Productos de Janssen-Cilag, el doctor Antonio Fernández. Desde luego, no es esta la ocasión de evaluar la magnitud de correspondencia que existe entre el producto y su promesa. Sin duda, una medicina de tales características podría resultar indudablemente valiosa en el tratamiento de los pacientes psicóticos. Lo que produce una verdadera conmoción, son las declaraciones del actual presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, el doctor Jerónimo Saiz, que se suma a la noticia con la firme convicción de que sería conveniente que los médicos pudiesen contar con el respaldo judicial necesario para obligar a los pacientes resistentes a tomar esta medicación incluso “contra su voluntad”. </span></div><div class="Cuerpo" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.45pt 70.85pt 106.3pt 5.0cm 177.15pt 212.6pt 248.05pt 283.45pt 318.9pt 354.35pt 389.75pt 425.2pt 460.65pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> No habremos de juzgar las intenciones del doctor Saiz, y evitaremos la tentación de sucumbir a comparaciones odiosas con algunos de sus colegas alemanes y soviéticos que en el pasado contribuyeron tanto a enturbiar la función del médico y del psiquiatra. La lectura de otras entrevistas a este mismo profesor, y que pueden encontrarse en Internet, nos vuelve precavidos: muchas de sus declaraciones contrastan notablemente con la última que es objeto de nuestro comentario. Incluso pasaremos por alto la sencilla aunque burda operación de sospechar alguna clase de connivencia interesada entre los laboratorios y los que, como el doctor Saiz, consideran que la administración forzosa de un medicamento, justificada por supuesto en el bien del paciente y de su familia, es un deber que la medicina debe impulsar en la sociedad actual. Nos quedaremos tan solo con la pregunta de cuál es el concepto de salud mental que subyace a esta propuesta, y cuál es la posición ética que en la actualidad asume el discurso médico. Más concretamente el discurso de una buena parte de la psiquiatría, que no parece limitarse a seguir cumpliendo con su papel de lacayo y mamporrero de los intereses del mercado farmacéutico, sino que está dispuesta, a tenor de lo que sale de la boca de algunos de sus miembros ilustres, a ponerse nuevamente al servicio del discurso fascista, ese que hoy se viste con el disfraz de la economía globalizada, y cuyas acciones principales se dirimen en los grandes bancos y las agencias de clasificación. </span></div><div class="Cuerpo" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.45pt 70.85pt 106.3pt 5.0cm 177.15pt 212.6pt 248.05pt 283.45pt 318.9pt 354.35pt 389.75pt 425.2pt 460.65pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Lo más interesante de la estrategia contemporánea del neofascismo es el hecho de que los acontecimientos se producen y se presentan en el mundo de tal manera que los ciudadanos son incapaces de advertir el nexo causal entre ellos, o el parentesco que los reúne secretamente. En apariencia, nada más alejado de la “crisis” económica (respetemos el eufemismo y señalémoslo tan solo con unas simples comillas) que la noticia sobre este medicamento y la propuesta de su administración compulsiva. Algunos podrían incluso leer esto último como un pequeño oasis de progreso en la lucha contra el sufrimiento humano, en el centro del espantoso desierto que la economía va extendiendo sobre el planeta. Sin embargo, la idea de que el enfermo (por carecer de toda capacidad de juicio y conciencia de su enfermedad) debe ser obligado a medicarse, para lo cual el psiquiatra necesita contar con el apoyo de la fuerza de la ley, nos pone en el escenario de la misma lógica que caracteriza a todos los totalitarismos, tanto de cuño político como religioso: el concepto de que la verdad es una magnitud de valor universal, identificada a un bien que está por encima de toda consideración al individuo. Aquí, el loco no difiere mucho del judío, del disidente político, o del blasfemo: son cuerpos extraños a los que eliminar del organismo social, en beneficio de una felicidad que es preciso imponer a todos. Se nos podrá objetar que nuestra comparación es desmesurada, que nadie propone la eliminación del paciente, sino por el contrario salvaguardar su bienestar y el de sus allegados. Cierto es que muchas familias carecen de los recursos sociales y terapéuticos necesarios para hacer frente a aquellos miembros cuya psicosis es francamente incompatible con una vida de convivencia, y que reclaman de forma desesperada un dispositivo que les permita contener la agresividad que a veces soportan por parte de aquellos enfermos cuya conducta puede alcanzar límites extremos. Sin duda, la reforma psiquiátrica promovida durante la transición, cuya indiscutible virtud fue la de contribuir a sacar a nuestro país del feudalismo social y cultural en el que se hallaba empantanado desde hacía siglos, arrojó a su noble paso efectos indeseados, y que retornan de maneras virulentas: es probable que la idea de acabar con los manicomios haya condenado a muchos locos a una errancia peor que su confinamiento, y a muchas familias al desamparo ante la locura. Pero la reforma psiquiátrica, a pesar de sus falencias, tuvo el mérito fundamental de partir de un concepto que hoy tiende a ser pisoteado, por no decir erradicado definitivamente de la formación psiquiátrica: el loco es un sujeto, un sujeto de pleno derecho, en el sentido de que incluso en la mayor de las enajenaciones debemos suponerle la posibilidad de asumir la lógica de sus actos, aunque en algunos casos puedan ser aberrantes o destructivos para sí mismos o para los otros. Exterminar al sujeto puede muy bien ser compatible con la intención de ayudarlo, ya sea inyectándole al esquizofrénico una medicina contra su voluntad, o forzando a la anoréxica a que abra la boca. Por supuesto, la razón que se esgrime será siempre nuestro bien: el Gran Hermano se preocupa por sus criaturas, y se ocupa de su cuidado, incluso aunque para ello haya que someterlas a la ablación de su palabra. Desconfiemos, pues, de los Jerónimos que nos prometen un mundo más feliz si todos nos callásemos y preparásemos el glúteo para el mes que viene...</span></div><div class="Cuerpo" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.45pt 70.85pt 106.3pt 5.0cm 177.15pt 212.6pt 248.05pt 283.45pt 318.9pt 354.35pt 389.75pt 425.2pt 460.65pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="Cuerpo" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.45pt 70.85pt 106.3pt 5.0cm 177.15pt 212.6pt 248.05pt 283.45pt 318.9pt 354.35pt 389.75pt 425.2pt 460.65pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Gustavo Dessal </strong></span></div><div class="Cuerpo" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 35.45pt 70.85pt 106.3pt 5.0cm 177.15pt 212.6pt 248.05pt 283.45pt 318.9pt 354.35pt 389.75pt 425.2pt 460.65pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Psicoanalista y Escritor, Miembro de la ELP y la AMP</span></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-268486355610250898.post-50757151169942979972011-12-04T02:49:00.000-08:002011-12-13T03:47:26.369-08:00LA PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA SE MANIFIESTA A FAVOR DE LOS TRATAMIENTOS AMBULATORIOS INVOLUNTARIOS<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con motivo de la presentación del último antipsicótico de administración mensual que ha salido al mercado, el Dr. Jerónimo Saiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, advirtió de la necesidad de establecer un marco legal para poder forzar a recibir un tratamiento farmacológico a aquellos pacientes psicóticos que no obedezcan el "mandato" de su médico, claro está, que en contra de su voluntad. ¡Qué casualidad! En plena presentación de un fármaco intramuscular ¡Salta la alarma! Pues la persona parece autorizada. Su voz sostiene la de toda una comunidad: la de la Psiquiatría Biológica. </span></div><div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Hacia dónde se dirige el modelo de atención psiquiátrica en Salud Mental? ¿Es posible que la prescripción médica se imponga como un imperativo despiadado, totalitario, por encima de cualquier expresión de la subjetividad, por muy delirante que ésta sea? Pues esa es otra historia, la de quién es el que delira. ¿No será que todos, de una u otra forma, deliramos un poquito?</span></div><div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Frente a aquellas posiciones, desde <b>La Otra Psiquiatría</b> seguimos creyendo que Otro modelo para la atención a pacientes psicóticos es posible. Esta oposición ideológica no es cuestión de ahora, aunque parecía haber quedado silenciada durante décadas. No hay más que echar la vista atrás para recordar que, hace poco más de treinta años, fue necesaria una auténtica <i>Reforma Psiquiátrica</i> para poder romper con ciertas costumbres represivas que, según parece, podrían volver a aflorar. Con todo lo llovido desde entonces, no debería quedarnos muy lejos aquel modelo de <i>Salud Mental Comunitaria </i><i><span style="font-style: normal;">por el que luchó toda una sociedad sensible con su psicosis</span></i>, aunque es posible que algunos prefieran mirar hacia otro lado, incluso olvidar. Pero ahí estaremos unos cuantos para recordárselo. Pues aquellos pequeños gestos lograron grandísimos resultados. El más importante de todos: <i>re-establecer la dignidad de los sujetos psicóticos en sus medios de libertad</i>. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b> La Otra Psiquiatría</b>, cuyas raíces epistemológicas descansan en la intersección entre Psiquiatría y Psicoanálisis, es heredera de ese espíritu de "dignidad psicótica" y su voluntad es transmitir una forma de hacer respetuosa con cada sujeto, uno por uno. Por ello, en defensa de cada una de las singularidades subjetivas, <b>La Otra Psiquiatría</b> se manifiesta en contra de cualquier iniciativa que se olvide de que, detrás de cada tratamiento, ya sea voluntario o involuntario, debemos tener en cuenta que siempre hay algo que lo sostiene o que, por "obligación", lo tiene que sostener: siempre hay <i>Un Sujeto</i>.</span><br />
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<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La Otra Psiquiatría</span></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A continuación dos links donde poder consultar la noticia.</span></div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.diariosigloxxi.com/texto-s/mostrar/43315/los-psiquiatras-abogan-por-el-tratamiento-forzoso-de-pacientes-graves"><span style="color: blue; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">http://www.diariosigloxxi.com/texto-s/mostrar/43315/los-psiquiatras-abogan-por-el-tratamiento-forzoso-de-pacientes-graves</span></a></div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/Janssen-Xeplion-medicamento-administracion-esquizofrenia_0_1513048990.html"><span style="color: blue; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/Janssen-Xeplion-medicamento-administracion-esquizofrenia_0_1513048990.html</span></a></div>La Otra Psiquiatríahttp://www.blogger.com/profile/08556180207002358257noreply@blogger.com3